Denuncian en la Procuración la continuidad de contaminación del Río Arenales
Un escrito fue presentado recientemente en la Procuración General de la Provincia en el que se sostiene que, pese a la actuación de la justicia, se mantiene la continuidad de la contaminación del río Arenales así como sus consecuencias en el dique Cabra Corral.
Hace mención a expedientes como el que inició el juez Marcelo Domínguez, que dictó sentencia contra el gobierno provincial, municipal y a Aguas del Norte para confeccionar, presentar y ejecutar un plan sanitario de emergencia y un plan de monitoreo que al menos atenúe el elevado grado de contaminación, confirmado por los estudios de la Universidad Nacional de Salta, entre otros.
La nota lleva las firmas del maestro mayor de obras y ex trabajador de la entonces Obras Sanitarias de la Nación, Hugo Benedicto Rodríguez, del concejal capitalino Alberto Salim (UCR-Arturo Oñativia), Sergio y Sebastián Flores.
Se insiste que con el proyecto SAI – SaBaDo de características a la que se aplicaba en su momento en Obras Sanitarias de la Nación y que luego quedaron truncas con la privatización de ese organismo, se concretaban con eficiencia aspectos técnicos de habilitación, así como de control y seguimiento de las redes de servicios sanitarios en Salta.
Mientras que en la actualidad y desde hace varios años son constantes las roturas de cañerías, rebalse de líquidos servidos, obstrucción y retroceso del efluente contaminante a la cámara de inspección lo que resulta el despido de olores nauseabundos que ponen en riesgo la salud de la población. Esto no solo ocurre en la Capital sino también en diferentes poblaciones del interior salteño.
Denuncia al ENRESP y Aguas del Norte
En el escrito se denuncia al Ente Regulador de los Servicios Públicos (ENRESP) y a Aguas del Norte, porque se han tomado atribuciones que no les competen sobre las matrículas que por ley en la ex AGAS y Obras Sanitarias de Nación, se registraba en los planos y en el control de obras, matrícula de primera categoría.
Sostienen que hoy la realidad nos muestra por todos lados rotura de cañerías, rebalse de líquido servido, obstrucción y retroceso del efluente contaminante a la cámara de inspección. Citan que en 1995 este retroceso surgió con la formación de una comisión para la transformación de la Dirección General de Obras Sanitarias, siendo esto la privatización y causando daños y perjuicios a las fuentes de trabajo, al medioambiente y a las familias de los trabajadores y al conjunto de los salteños.
El descontrol del volcamiento de líquidos residuales a los efluentes cloacales produce un alto grado de contaminación ambiental, la gran cantidad de nuevas fábricas, industrias, edificios de altura, bares restaurantes, hoteles, carnicerías, frigoríficos, curtiembres, lavaderos, etc., contribuyen para que no se solucione la situación. Y esto se logrará solo con un efectivo control desde el inicio mismo de cada obra que se ejecute.