Denuncian presiones y más incendios en el vertedero del Valle Calchaquí

El vertedero de pasivos ambientales del Valle Calchaquí, que comparten los municipios de Cafayate, San Carlos y Animaná, volvió a ser escenario de conflicto. Un nuevo incendio desatado el domingo por la noche encendió las alarmas ambientales y reavivó las tensiones entre los trabajadores del consorcio, quienes denuncian incumplimientos laborales y presiones por parte de autoridades municipales.
La densa y tóxica columna de humo, visible desde distintos puntos del valle, volvió a cubrir el aire de un olor que preocupa tanto a vecinos como a ambientalistas. Según relataron los propios operarios del lugar, las llamas volvieron a extenderse por varios sectores del predio, generando un cuadro de contaminación que afectó también a los trabajadores de recolección, obligados a continuar con sus tareas pese al riesgo. “Nos hicieron salir igual a recolectar basura cuando el humo era insoportable. No se puede respirar”, expresó uno de los empleados municipales de Cafayate.
Denuncias de aprietes
En paralelo a la emergencia ambiental, se profundizó el conflicto gremial que desde hace semanas enfrenta a los trabajadores del consorcio con los intendentes de Cafayate, San Carlos y Animaná. Los empleados reclaman el incumplimiento de un acta acuerdo firmada meses atrás que incluía el pago de aportes previsionales, actualización de haberes y entrega de indumentaria laboral. “Venimos reclamando desde agosto que se cumplan los compromisos. Los aportes no aparecen en ANSeS, y eso nos deja sin acceso a asignaciones ni cobertura”, denunció el delegado sindical Cristian Haviar. Según explicó, las irregularidades abarcan la falta de aportes jubilatorios, de obra social y ART, además de promesas incumplidas sobre salarios y condiciones de trabajo. El dirigente también remarcó el carácter “insalubre” de las tareas que realizan a diario, y cuestionó la falta de voluntad política de los municipios: “Ocho mudas de ropa no alteran la economía de ningún municipio, pero ni siquiera eso entregan. No hay responsabilidad ni compromiso real con el ambiente ni con la salud de los trabajadores”.
A esta situación se sumaron denuncias de aprietes. Según fuentes municipales, algunos empleados que subieron a redes sociales imágenes del incendio habrían recibido llamados desde la intendencia de Cafayate.
El conflicto gremial tuvo su último capítulo el jueves pasado, cuando los trabajadores bloquearon el acceso al vertedero en reclamo de los aportes impagos y ante la falta de respuesta de los intendentes Rita Guevara, Rolando Guaymás y Rolando Vargas. La medida fue levantada tras promesas de regularización que, según denuncian, no se cumplieron.
Este lunes, los trabajadores realizaron una asamblea de dos horas en el ingreso al predio y anunciaron un paro total de actividades para las próximas horas, advirtiendo que la situación “ya es insostenible”.
El vertedero había sufrido otro incendio el 22 de agosto pasado, cuando las llamas afectaron una trinchera colmatada de residuos. En aquel momento, el fuego fue visible desde las rutas nacionales 40 y 68 y obligó a suspender las tareas de la Cooperativa de Reciclaje Valle Calchaquí, generando pérdidas económicas y riesgos sanitarios.
Aunque se atribuyó la reactivación de las llamas a los fuertes vientos, no se descartó la posibilidad de que los incendios sean provocados. Ahora, con un nuevo foco ígneo y sin información oficial sobre las causas ni medidas preventivas, el temor crece entre los vecinos del valle.
Los trabajadores insisten en que el estado del predio —con trincheras saturadas y escasa infraestructura— constituye una bomba ambiental que amenaza la salud pública desde el año 2016, en que Nuevo Diario viene realizando permanentes coberturas y alertando sobre la gravedad de los hechos.