Denuncian que, por contaminación, “el Bermejo mata” y apuntan a Seabord

Pescadores del norte salteño denuncian la contaminación del Bermejo y sus afluentes por parte de empresas industriales.
“El río está vestido de muerte”, expresan con dolor quienes lo habitan y defienden desde hace más de dos décadas.
El Río Bermejo, uno de los cursos de agua más emblemáticos del norte argentino, vuelve a ser escenario de un drama que se repite cada año: peces muertos, aguas turbias y un silencio oficial que encubre un ecocidio a cielo abierto. Las denuncias provienen, una vez más, de pescadores y vecinos de la zona de Orán, que advierten sobre la contaminación constante y los incendios intencionales que destruyen el ecosistema ribereño.
Marcelo Antonio Nieva, pescador y comunicador del norte salteño, relató a Nuevo Diario que lo que ocurre “no es nuevo ni casual”. “Hace más de 23 años que venimos denunciando lo mismo: el Bermejo está contaminado. Presentamos notas, videos, pruebas, fuimos a la justicia, y sin embargo, cada año es peor. El río está vestido de muerte”, lamentó.
“Esto mata”
Las imágenes y videos difundidos recientemente muestran lo que los habitantes locales describen como “una escena dantesca”: peces flotando sin vida en las aguas del Bermejo y del Colorado, mientras cuervos devoran los restos en las orillas. En algunos sectores, el color del agua cambia abruptamente por el ingreso de desechos industriales. Un video filmado por pescadores y difundido en redes sociales muestra la descarga de un canal con líquidos blanquecinos en el cauce del río Colorado, que luego desemboca en el Bermejo. “Esto es lo que mata a todos los pescados”, expresó el pescador que registró la escena, pidiendo ayuda para difundir las pruebas.
Vecinos de Hipólito Yrigoyen describieron que “se observan residuos líquidos oscuros, sedimentos y sustancias oleosas que alteran el color, olor y transparencia del agua, afectando directamente la flora, la fauna y todo el ecosistema local”.
Nieva denunció además que, paradójicamente, los pescadores suelen ser los señalados por las autoridades como los responsables del deterioro del río. “Los verdaderos responsables son las empresas que tiran sus desechos tóxicos a los afluentes del Bermejo sin ningún tipo de tratamiento. Pero a los pescadores nos prohíben salir, nos tratan como si fuéramos delincuentes”, cuestionó. El comunicador apuntó directamente contra la empresa Seaboard Corporation, a cargo del ingenio azucarero de San Martín del Tabacal, a la que acusa de arrojar desechos químicos y provocar incendios en los alrededores. “Esto lo hace la Ciboard, que destruye todo. Los incendios son intencionales. Yo los veo, los escucho. Los animales gritan desesperados, las corzuelas corren, los zorros aúllan… se destruye todo el ecosistema”, relató con crudeza.
“Una veda que encubre el desastre”
Los pescadores sostienen que la extensa veda impuesta cada año por las autoridades provinciales —que puede durar hasta cinco meses— no busca proteger la fauna ictícola, sino “evitar que se descubran las matanzas”. “Esa veda anticipada sirve para tapar los desastres ambientales. Mientras tanto, las empresas siguen arrojando basura al río y nadie controla”, denuncian desde el colectivo Pescadores por el Bermejo, Flora, Fauna Ictícola y Terrestre.
El grupo asegura que continuará documentando y difundiendo lo que ocurre: “Vamos a seguir mostrando todo lo que pasa en nuestros ríos. Necesitamos que la gente se entere y que las autoridades actúen. Si no, dentro de poco no habrá nada que vedar, porque no quedarán peces”.
Nieva y otros pescadores solicitaron una reunión con el ministro provincial Martín de los Ríos para exigir sanciones ejemplares contra los responsables de la contaminación y una prórroga de la veda hasta fines de noviembre, con el objetivo de permitir la recuperación de las especies. “Queremos trabajar para que nuestros ríos se recuperen. Sabemos que será un trabajo arduo, pero lo haremos con gusto. No vamos a parar”, afirmó Nieva, quien desde hace años lidera las denuncias a través de la radio Malvinas Orán 105.9 MHz.
“Esto no es un hecho aislado. Es parte de una destrucción sistemática que se repite todos los años. El Bermejo está agonizando y el silencio cómplice de quienes deberían protegerlo lo condena aún más”, concluyó Nieva.