Desde 2022, la ley Provincial 8340 marca un precedente, con notorio incumplimiento
El 13 de octubre de 2022 marcó un hito importante en la legislación salteña con la publicación en el Boletín Oficial de la Ley Provincial Nº 8.340. Sancionada el 8 de septiembre del mismo año, esta norma representa un paso significativo hacia la eliminación de la pirotecnia sonora en la provincia.
Establece un marco legal riguroso destinado a proteger la salud, el bienestar y el medio ambiente, prohibiendo el uso, la tenencia, la comercialización, la manipulación, la fabricación, el acopio, la exhibición y el expendio, ya sea mayorista o minorista, de todo elemento de pirotecnia con efectos audibles o sonoros. La definición de pirotecnia en la ley abarca aquellos artículos que contengan sustancias químicas o inflamables capaces de generar efectos sonoros, lumínicos, gaseosos o fumígenos mediante combustión o explosión. Dentro de esta categoría se incluyen elementos como fuegos artificiales, bombas de estruendos, cohetes, luces de bengala y petardos, entre otros. Sin embargo, se excluyen de esta regulación los dispositivos destinados a emergencias o actividades específicas, como las empleadas por fuerzas de seguridad, defensa civil y sectores productivos autorizados.
La Ley también introdujo modificaciones al Código Contravencional de la provincia. Estas modificaciones incorporan sanciones severas, como el arresto de hasta 60 días o medidas sustitutivas, y el decomiso de mercadería, para quienes comercialicen o usen pirotecnia en violación de la norma. Además, se penaliza la venta de estos productos a menores de 18 años y se contempla la clausura de comercios reincidentes. La responsabilidad también recae sobre quienes organicen eventos donde se utilice pirotecnia sin la debida autorización. Un aspecto destacado de la Ley es la destinación de los fondos recaudados por multas a campañas de concientización y educación ciudadana. Estas campañas, realizadas en colaboración con organizaciones de la sociedad civil, buscan informar a la población sobre los riesgos asociados al uso de pirotecnia y promover alternativas más seguras y responsables.
La promulgación de esta ley refleja la intención de priorizar el bienestar colectivo, aunque el incumplimiento de la misma evidencia la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y supervisión. Esta ley no sólo regula, sino que también invita a reflexionar sobre la importancia de celebrar de manera responsable y empática.