Mundo

Desertora norcoreana afianza demanda contra Kim Jong-un por abusos en prisiones

Choi Min‑kyung presentó en Seúl una acción civil y penal contra el líder norcoreano y altos jerarcas por tortura y violencia sexual en centros de detención.

Luego de varios años de silencio, Choi Min‑kyung volvió a recurrir a la justicia para exigir sentido de justicia y verdad, tras presentar en el Tribunal del Distrito Central de Seúl una demanda civil solicitando una indemnización cercana a los 50 millones de wones y una denuncia penal que apunta a calificar lo ocurrido como crímenes de lesa humanidad. En esa presentación, incluyó al líder norcoreano, Kim Jong‑un, y otros seis funcionarios como responsables de los hechos, en base al principio de “control efectivo” que vincula las acciones de los órganos represivos con los mandos máximos.

La acusación enumera situaciones extremas en centros de detención de la provincia de Hamgyong del Norte, donde Choi permaneció cinco meses tras ser capturada por cuarta vez en 2008. Allí, asegura haber atravesado registros corporales sin protección, golpes que le produjeron pérdida de audición y permanencia en posiciones de estrés durante más de 15 horas diarias.

La defensa, liderada por Lee Young‑hyun, el primer abogado norcoreano en ejercer en Corea del Sur, articula una estrategia innovadora. Además de buscar resarcimiento en el plano civil, se impulsa una causa penal que espera activar la vía internacional, enviando documentación a tribunales como la Corte Penal Internacional y organismos de Naciones Unidas.

Mensajes y criticas

Enfatizando su mensaje, Choi expresó: “Debemos actuar mientras las víctimas aún están vivas para dar testimonio. Somos testigos vivos”. Sus palabras buscan subrayar la urgencia de construir un debate institucional sobre la responsabilidad legal y moral del régimen de Pyongyang. Aunque la justicia surcoreana no puede hacer cumplir una pena contra Corea del Norte, el fallo tendría un valor simbólico y jurídico de peso, ya que la Constitución interpreta a toda la península como un solo territorio .

El caso, además, se apoya en las conclusiones de la Comisión de Investigación de la ONU de 2014, que documentó sistemáticamente tortura y violencia sexual bajo el régimen norcoreano. En este sentido, la demanda adquiere aún más fuerza al presentarse como un reclamo de justicia comparado con los esfuerzos previos, como las denuncias por trabajos forzados o secuestros durante la Guerra de Corea.

Fuente: Infobae

Volver al botón superior