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Destitución del jefe del Shin Bet genera crisis política en Israel

La decisión unánime del gobierno de Netanyahu de cesar a Ronen Bar, director de la agencia de seguridad interna, desata controversias y tensiones en el país.

El gobierno israelí, liderado por el primer ministro Benjamín Netanyahu, aprobó por unanimidad la destitución de Ronen Bar, jefe del servicio de seguridad interna conocido como Shin Bet. Esta decisión, sin precedentes en la historia de Israel, ha generado una ola de críticas y ha profundizado la crisis política interna.

Netanyahu justificó la medida alegando una “continua falta de confianza” en Bar, quien había sido designado en octubre de 2021 por el gobierno anterior para un mandato de cinco años. Las relaciones entre ambos se habían deteriorado, especialmente tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, que dejó al descubierto fallos en la seguridad nacional.

El Shin Bet, bajo la dirección de Bar, reconoció su responsabilidad en estos hechos, pero también señaló que las políticas gubernamentales permitieron el fortalecimiento militar de Hamás.

Acusaciones de corrupción

La destitución de Bar se produce en medio de investigaciones del Shin Bet sobre presuntos casos de corrupción que implican a asesores cercanos a Netanyahu y posibles vínculos financieros con Qatar, relacionados con la financiación de Hamás.

Esta circunstancia ha llevado a la oposición y a diversos sectores de la sociedad a cuestionar los verdaderos motivos detrás del cese de Bar, sugiriendo que podría tratarse de un intento de obstruir dichas investigaciones.

Líderes de la oposición, como Yair Lapid y Benny Gantz, han condenado la destitución, calificándola de “golpe directo a la seguridad nacional” y acusando a Netanyahu de actuar por intereses personales y políticos. Además, movimientos ciudadanos han convocado manifestaciones en todo el país en defensa de la democracia y la independencia de las instituciones.

Intervención del poder judicial

La fiscal general de Israel, Gali Baharav-Miara, emitió una advertencia al gobierno sobre la falta de fundamentos legales para la destitución de Bar, calificándola de acto “sin precedentes” que podría estar viciado por ilegalidad y conflictos de interés.

Esta intervención añade una nueva capa de tensión entre el ejecutivo y el poder judicial, en un momento en que el país ya enfrenta profundas divisiones políticas.

Fuente: Infobae

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