Dictaron prisión preventiva para el estafador de Tinder
Esta mañana se realizó en el Juzgado de Garantías 4 una audiencia flexible, en lo cual el juez Diego Pipino dictó la prisión preventiva para “Alex”, el estafador de Tinder por el término de un mes.
La investigación se inició a raíz de la denuncia de una ciudadana de Salta que había contactado a un individuo a través de una aplicación de citas en línea.
Luego de haber sido detenido, esta mañana se realizó en el Juzgado de Garantías 4 una audiencia flexible y multipropósito fijada por la Oficina Judicial de Garantías (OfiJu) en el marco del plan piloto de oralidad, en la que se escuchó a las tres víctimas de estafa.
Tanto la fiscalía como las dos querellas solicitaron la prisión preventiva del acusado, mientras que la defensa pidió su libertad. Cabe aclarar que “Alex” está acusado como presunto autor del delito de estafas (varios hechos).
Una vez que terminaron de exponer sus fundamentos, el juez Diego Rodríguez Pipino dictó la prisión preventiva del hombre por el término de un mes, y ordenó que se realicen los informes correspondientes a los sistemas de monitoreo electrónico ante una posible revisión de la medida.
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Rastrillaje del caso 31 de diciembre
El 31 de diciembre pasado una joven conoció mediante la aplicación Tinder a un hombre que se hacía llamar “Alex”, con quien mantuvo una interacción. Se enteró que era oriundo de Santa Fe, que tenía 34 años y que se dedicaba a la compra y venta de dólares, de vehículos, de accesorios electrónicos y que vendía equipos marca Apple. Intercambiaron contactos de celular y un día él le dijo que iba a viajar a Salta para conocerla.
Llegó en un automóvil a la ciudad el 4 de enero y durante su estancia salieron a almorzar en reiteradas oportunidades. Hasta que un día, el 13 de enero, fueron a un local comercial de venta de aparatos electrónicos del Shopping, y allí le solicitó que, mediante un crédito bancario por $530.000, le ayude a comprar un aire acondicionado.
Luego se dirigieron a otro comercio del mismo rubro y allí, con un crédito que obtuvo la joven en otro banco del cual desconoce el monto, el hombre adquirió un televisor inteligente y varios accesorios de telefonía.
Una vez terminadas las compras lo dejó en la terminal de colectivos ya que allí supuestamente tenía que encontrarse con otra persona para hacer negocios. Más tarde se enteró por whatsapp que se había subido a un colectivo con destino a Tilcara, y en ese momento se acordó que él se había llevado su documento de identidad y su tarjeta de crédito. El acusado le dijo que hacía noche en Purmamarca y que al día siguiente cruzaría a Chile para cerrar otro negocio.
Dos días después, cuando volvió de su viaje, fueron juntos a una escribanía, ya que habían acordado que habían acordado la compra del vehículo de la víctima con la promesa de obtener otro. En el documento de compraventa se determinó que supuestamente adquiría el vehículo por la suma de $13.000.000.
Al lugar concurrió acompañada de una amiga, que también firmó un documento por la venta de una camioneta, con la promesa de obtener otra. Ninguna de las dos jóvenes vieron los vehículos prometidos en persona, sino que solo les había mostrado fotos.
Una vez firmados los documentos en la escribanía, la joven dejó a su amiga en su negocio y se fue con el acusado en ambos vehículos (el suyo y el de su amiga) a hacer trámites de traspaso y a un lavadero.
Todos los gastos corrieron por parte de la joven. Ella alquiló un auto y juntos fueron a comprar cubiertas. Después se dirigieron al taller mecánico donde el imputado había dejado su propio auto para arreglar. Allí se quedó él, mientras que ella volvió a su casa.
Uno o dos días después él volvía a irse a Chile. Le dijo que podía conseguir ganancias por la compraventa de dólares en ese país, por lo que ella le hizo entrega de cuatrocientos mil pesos y dos mil quinientos dólares. La joven le contó a su papá, quien al enterarse de la posible ganancia, le dio otros dos mil dólares. Luego lo dejó en la plaza de la Legislatura y se fue.
Un supuesto hermano del acusado se comunicó con ella para decirle que el 18 de enero estaría en Salta con los vehículos que ella y su amiga habrían adquirido, y le solicitó que le alquile un lugar donde quedarse y le prometió saldar la deuda que el acusado le había originado.
Tanto su amiga como su papá lo denunciaron luego que el tal “Alex” desapareciera. Se libraron numerosas medidas para su detención, incluidos exhortos a otras provincias.