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Diputados aprobó el Presupuesto 2026 con el apoyo de las provincias

Luego de más de doce horas de debate, cruces políticos y negociaciones de último momento, y con el apoyo fundamental de las provincias alineadas, la Cámara de Diputados aprobó en la madrugada de este jueves el proyecto de Presupuesto 2026 enviado por el Poder Ejecutivo.

Con 132 votos afirmativos, 97 en contra y 19 abstenciones correspondientes a Provincias Unidas, la votación en general se concretó pasadas las cero horas, tras una sesión atravesada por fuertes discusiones sobre artículos sensibles y con un oficialismo que logró reunir los apoyos necesarios para la media sanción, aunque sin garantizar consenso pleno sobre todo el articulado, por lo que al cierre de esta edición se disponían a extenderse para la negociación de puntos clave.

La sesión extraordinaria estuvo marcada por un clima de tensión dentro y fuera del Congreso. Desde el inicio, La Libertad Avanza logró imponer su estrategia parlamentaria apoyada por bloques provinciales, el PRO, sectores de la UCR y aliados circunstanciales, imponiendo un esquema de votación capítulo por capítulo que anticipó resistencias.

De este modo, el oficialismo consiguió destrabar el tratamiento de la denominada “ley de leyes”, pero el debate dejó expuestas fisuras políticas, especialmente en torno a los artículos que derogan la Emergencia en Discapacidad y el Financiamiento Universitario, así como aquellos que modifican el régimen de asignaciones familiares y reducen el alcance de la Zona Fría. Estas disposiciones concentraron las críticas más duras desde Unión por la Patria, la izquierda y sectores dialoguistas.

Durante la madrugada también quedó en suspenso el futuro de otros proyectos impulsados por el Gobierno. La iniciativa de Presunción de Inocencia Fiscal —que eleva los montos para configurar delitos de evasión tributaria— apareció como la de mayor consenso, mientras que el proyecto de Compromiso Nacional para la Estabilidad Fiscal y Monetaria quedó envuelto en cuestionamientos y podría volver a comisión.

En el recinto, el oficialismo defendió el Presupuesto como una herramienta clave para sostener el superávit fiscal y la desinflación. Desde la oposición, en cambio, se lo calificó como “ilusorio”, “inverosímil” y “de ajuste”, con especial énfasis en el impacto sobre educación, ciencia, universidades, jubilaciones y políticas sociales. Hubo además denuncias cruzadas por el reparto de fondos discrecionales a provincias para garantizar apoyos.

Entre los datos centrales del Presupuesto 2026, el Ejecutivo proyectó un crecimiento del PBI del 5,4%, una inflación anual del 10,1% y un tipo de cambio de $1.423 para diciembre del próximo año, además de un superávit fiscal primario del 1,5% del PBI. La oposición cuestionó la viabilidad de esas proyecciones y advirtió que los números no se condicen con la evolución actual de la economía.

Con la aprobación en Diputados, el Presupuesto 2026 inició ahora su camino en el Senado, donde el Gobierno deberá volver a negociar artículo por artículo para evitar cambios que obliguen a una nueva revisión en la Cámara baja. Mientras tanto, la sesión dejó una señal política clara: el oficialismo logró ordenar mayorías en una votación clave, pero el costo fue profundizar un debate que seguirá abierto en torno al alcance del ajuste y al rol del Estado en áreas sensibles.

La votación llegó luego de una jornada marcada por discursos extensos, interrupciones y episodios que evidenciaron el nivel de tensión en el recinto. Hubo cruces directos entre legisladores del oficialismo y de la oposición, cuestionamientos al procedimiento elegido para el tratamiento en particular y denuncias por la inclusión de artículos que, según distintos bloques, exceden el marco de una ley anual de presupuesto. En ese contexto, varios diputados advirtieron que algunas disposiciones podrían ser objeto de impugnaciones judiciales por modificar o derogar leyes permanentes a través del Presupuesto.

Más allá del resultado, el debate expuso que todavía el Gobierno afronta dificultades para sostener consensos amplios y la dependencia de acuerdos con bloques provinciales para avanzar con su agenda. Con el Presupuesto 2026 ya aprobado en la Cámara baja, el escenario se traslada ahora al Senado, donde el oficialismo enfrentará un nuevo test político.

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