
En un fuerte descargo a través de una carta abierta dirigida a sus “correligionarias/os y amigas/os” a la que accedió Nuevo Diario, el dirigente radical Luis Zavaleta anunció que solicitó una audiencia de mediación para el próximo 17 de febrero a las 17:30 horas.
Ese día y a esa hora, convoca a Miguel Ernesto Nanni, María Tusnelda Castañares y Alberto Salim, a quienes responsabiliza por daños y perjuicios que asegura haber sufrido a raíz de irregularidades en las elecciones partidarias de la Unión Cívica Radical (UCR) de Salta.
Acusaciones de fraude y sanciones electorales
En su carta, Zavaleta detalla los conflictos internos que, según él, se iniciaron en enero de 2021, cuando el cronograma electoral de la UCR de Salta se puso en marcha de manera irregular, en un contexto en el que él se perfilaba como candidato natural para encabezar la fórmula a la presidencia del partido.
“Nos preparábamos para la contienda electoral cuando fuimos 35 dirigentes opositores notificados de causas disciplinarias, lo que terminó en una suspensión de dos años y en la expulsión del senador por Cafayate, Sergio Saldaño“, explicó Zavaleta. El dirigente denuncia que, a pesar de haber solicitado al Tribunal de Disciplina copias de la denuncia y de las pruebas en su contra, recibió una respuesta negativa, asegurando que no existía denuncia alguna. Sin embargo, días después fue notificado de una sanción de suspensión por dos años, la cual también afectó a otros dirigentes opositores.
Fallo judicial y reclamo de reparación
Tras agotar las instancias partidarias sin respuesta, Zavaleta recurrió a la Justicia Federal, obteniendo en febrero de 2022 una sentencia favorable por parte del Juzgado Federal N.º 1 de Salta, que declaró la nulidad de la sanción impuesta por vulneración del principio constitucional de defensa. Zavaleta afirma que la suspensión de los dirigentes opositores permitió al sector oficialista quedarse con todos los cargos partidarios, ocupándolos con “ignotos personajes sin participación de los afiliados”. Según el dirigente, esto dejó al radicalismo salteño sin una verdadera representación democrática.
En su misiva, Zavaleta aclara que los daños y perjuicios reclamados tendrán como destino exclusivo el Hogar Cristo Rey, ubicado en Catamarca al 700 de la ciudad de Salta. “No persigo para mí cobro de concepto alguno, sino poner en los responsables de tal temerario y malicioso accionar la efectivización de las respectivas consecuencias”, afirmó.
Críticas a la conducción radical
El dirigente radical no escatimó en críticas hacia la actual conducción partidaria, a la que acusó de perseguir a los opositores y de haber transformado al partido en una pyme sin atractivo social. “Hago saber a quienes detentan cargos partidarios con manifiestas intenciones de seguir persiguiendo radicales, que todo accionar fuera de los límites de la Carta Orgánica Partidaria traerá las responsabilidades pertinentes”, advirtió Zavaleta en su descargo.
El referente radical concluyó ratificando que su reclamación no tiene intereses personales, sino que busca poner límites a dirigentes que, según él, priorizan intereses personales sobre los valores del radicalismo.
La carta de Zavaleta ha generado un fuerte impacto en la interna radical de Salta, donde se espera que la audiencia de mediación del próximo 17 de febrero sea clave para esclarecer los hechos denunciados.
En tanto, la UCR de Salta continúa atravesando desde larga data un momento de intensa disputa interna, y este conflicto podría reconfigurar el mapa de poder dentro del partido.