Ecuador refuerza su presencia militar en la Amazonía

El gobierno de Ecuador desplegó más de 1.500 soldados en la región amazónica de Alto Punino, en la frontera con Perú y cerca de Colombia.
La operación busca localizar y neutralizar al grupo armado acusado de asesinar a once militares en una emboscada ocurrida el viernes pasado. El Ministerio de Defensa vinculó el ataque a una facción disidente de la guerrilla colombiana FARC.
Según las Fuerzas Armadas, los Comandos de la Frontera ejecutaron el ataque. Este grupo retomó las armas tras el acuerdo de paz de 2017 en Colombia. Aunque la organización negó su responsabilidad, el Ejército ecuatoriano informó que el atacante abatido era alias “Compadre”, supuesto jefe de esa facción en territorio ecuatoriano.
La emboscada ocurrió en la cuenca alta del río Punino, entre las provincias de Napo y Orellana, donde proliferan campamentos de minería ilegal. Allí, cuatro equipos de la Brigada de Selva 19 Napo fueron enviados en helicóptero para ejecutar un operativo. Uno de los grupos fue atacado con explosivos, granadas y fusiles.
Alias “Compadre” controlaba actividades ilícitas en la zona, como el cobro de extorsiones a mineros. También se lo vincula con Los Lobos, una banda criminal ecuatoriana con presencia en otras regiones del país. El Ejército aseguró que los guerrilleros estaban fuertemente armados y contaban con drones y lanzagranadas.
Las autoridades investigan si hubo una filtración de información interna que permitió a los atacantes anticipar el operativo. El comandante del Ejército, Henry Delgado, advirtió que el poder económico de estas organizaciones podría haber corrompido a militares. Afirmó que no se descarta la compra de datos estratégicos.
La reacción gubernamental
El presidente Daniel Noboa decretó tres días de duelo nacional. Rindió homenaje a los soldados caídos y prometió que los responsables serán capturados y eliminados. A través de sus redes sociales, los calificó como héroes nacionales y destacó su sacrificio.
El Ministerio de Defensa estableció un cerco táctico en la zona del ataque. Se realizan patrullajes ofensivos, rastreos terrestres y vigilancia aérea con helicópteros y drones. Las fuerzas buscan desmantelar las redes criminales ligadas a la minería ilegal y recuperar el control territorial.
Fuente: Infobae