EE.UU. enfrenta a Google en el juicio antimonopolio del siglo
Este martes inició el juicio en el que el Departamento de Estado pretende demostrar que el gigante tecnológico manipuló ilegalmente el mercado para dominar las búsquedas de Internet, poniendo a sus competidores en desventaja.
En la era de Internet, la multinacional Google no ha sido ajena a los desafíos legales. Sin embargo, la que inicia hoy es quizás su mayor amenaza hasta el momento.
El principal buscador mundial fue demandado por el Gobierno de Estados Unidos por presuntas malas prácticas de monopolio que lo habrían llevado a dominar las búsquedas en línea a punta de pagos millonarios y acuerdos ilegales.
A lo largo del juicio, programado para durar unas diez semanas, se prevé que el Departamento de Justicia detalle cómo la filial de Alphabet pagó miles de millones de dólares anualmente a fabricantes de dispositivos como Apple, fabricantes de navegadores como Mozilla y otras compañías como AT&T para mantener su poder monopólico.
Específicamente, el Gobierno sostiene que Google sofocó ilegalmente la competencia para garantizar que su motor de búsqueda fuera el predeterminado en la mayoría de los teléfonos y navegadores web.
“Nos usan porque nos prefieren”
El argumento de Google para defenderse es simple: alega que su abrumadoramente alta participación de mercado no se debe a que haya violado la ley, sino a que es un motor de búsqueda rápido y efectivo. Y, además, gratuito.
La firma señala que los acuerdos a los que llegó con sus socios comerciales no impidieron que sus rivales desarrollaran sus propios motores de búsqueda ni que empresas como Apple y Mozilla los promocionaran.
Por el contrario, dijo en enero pasado, los fabricantes de teléfonos y navegadores web establecieron la búsqueda de Google como su opción predeterminada porque querían ofrecer una experiencia de "más alta calidad" a sus clientes.
"Facilitar que las personas obtengan los productos que desean beneficia a los consumidores y está respaldado por la ley antimonopolio estadounidense. En resumen, la gente no usa Google porque tiene que hacerlo, sino porque quiere", apunta el responsable de Asuntos Globales de Google, Kent Walker.
Otro de sus argumentos tiene que ver con que los consumidores podían, con unos cuantos clics, alterar fácilmente la configuración para hacer de otros sus navegadores predeterminados.
La demanda fue presentada en 2020 ante un tribunal federal y a ella se ha sumado una coalición de 38 fiscales generales estatales. El juez federal Amit P. Mehta, quien fue designado para el cargo en 2014 por el expresidente Barack Obama, será quien dicte sentencia en este proceso sin jurado.
El último gran caso sobre monopolio de una gran tecnológica fue el de Microsoft en 1998. En ese entonces, el Departamento de Justicia lo demandó por su dominio del mercado de computadoras personales.
El tribunal de primera instancia en ese caso encontró que Microsoft intentó ilegalmente bloquear el navegador rival Netscape Navigator. Posteriormente, Microsoft llegó a un acuerdo que dejó a la empresa intacta.
En este nuevo caso, si el tribunal falla en contra de Google, la empresa podría enfrentar sanciones financieras o exigencias de cambios en el modelo de negocio de la compañía.