El 27% de los empleos corren riesgo por la inteligencia artificial
Más de una cuarta parte de todos los puestos de trabajo de los países más ricos del mundo corresponden a sectores en los que la inteligencia artificial podría sustituir a muchos trabajadores humanos, incluso en puestos de cualificación baja y media.
Según un nuevo informe publicado este martes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ya que los sistemas de Inteligencia Artificial (IA) cada vez más parecidos a los humanos ponen al mundo al borde de una "revolución de la IA".
Un bloque de 38 miembros que incluye a EE.UU. y Canadá, descubrió que el 27% de la mano de obra de la región trabaja en ocupaciones con un alto riesgo de ser sustituidas por la IA, aunque la adopción de la tecnología sigue siendo bastante baja ya que la tecnología está, por el momento, en su infancia.
Según el informe, estos empleos abarcan desde la construcción hasta la agricultura, la pesca y la silvicultura, así como otros trabajos como la fabricación y el transporte en "menor medida".
Este estudio llega en un momento en que los empleados recurren cada vez más a chatbots similares a los humanos, como ChatGPT de OpenAI, tras su lanzamiento en noviembre, y en que competidores como Google introducen sus propias versiones de los sistemas generativos altamente inteligentes.
El Secretario General de la OCDE, Mathias Cormann, calificó la progresión de la IA de "hito tecnológico" e instó a los legisladores a establecer políticas a largo plazo sobre el uso de la IA en los lugares de trabajo, al tiempo que "gestionan adecuadamente los riesgos a la baja".
El lanzamiento público de ChatGPT en noviembre dio la vuelta al mundo por el impresionante, y a veces inquietante, parecido del sistema con las funciones generadas por humanos, resolviendo rápidamente códigos, escribiendo poesía y redacciones de nivel universitario. Los chatbots de inteligencia artificial como ChatGPT utilizan una tecnología lingüística entrenada a partir de una gran cantidad de datos y ofrecen respuestas detalladas en cuestión de segundos.
Sus detractores, sin embargo, llevan meses alertando de los posibles efectos secundarios de la introducción de esta tecnología en el lugar de trabajo – donde los empleados temen que sus puestos sean sustituidos -, así como en institutos y universidades, donde se teme que los estudiantes utilicen estos programas para hacer trampas.
En marzo, un grupo de directivos del sector tecnológico, entre ellos el multimillonario Elon Musk, propietario de Twitter, y Steve Wozniak, cofundador de Apple, escribieron una carta en la que instaban a los desarrolladores a frenar los sistemas de inteligencia artificial y advertían de una "carrera descontrolada" por crear sistemas cada vez más avanzados.
Aproximadamente el 60% de los empleados que participaron en una encuesta de la OCDE el año pasado afirmaron que les preocupaba que sus puestos de trabajo fueran sustituidos por la IA en los próximos diez años. Por su parte, el gigante tecnológico IBM declaró en mayo que tiene previsto dejar de contratar para determinados puestos de trabajo no orientados al cliente que pueden ser desempeñados por la inteligencia artificial.
Unos 85 millones de puestos de trabajo es el número que el Foro Económico Mundial estima que serán sustituidos por la IA en 2025, según un informe sobre empleo de octubre de 2020, aunque el informe también indica que se crearán otros 97 millones de nuevos puestos de trabajo como resultado de la IA durante el mismo período de tiempo.
Los participantes en la encuesta de la OCDE no se mostraron totalmente escépticos respecto a la IA en el lugar de trabajo. Algunos indicaron que la IA puede utilizarse para "reducir tareas tediosas y peligrosas", mejorando la seguridad en el lugar de trabajo.
La introducción de los chatbots no es ni mucho menos la primera vez que los empleados temen perder su trabajo a manos de las máquinas, ya que los procesos automatizados sustituyen cada vez más a los humanos en las cajas de los supermercados, en las cadenas de producción, en los restaurantes de comida rápida y en los peajes de las autopistas.
Un artículo de Harvard Business Review publicado en marzo afirmaba que la IA, a pesar de sus ventajas, no puede sustituir a la capacidad humana de ser "intuitiva, emocional o culturalmente sensible", lo que significa que la IA puede ser "perfectamente adecuada" para tareas rutinarias y repetitivas, pero menos apta para replicar el pensamiento crítico humano, al menos por ahora
(Forbes US).