Salta

El Arzobispado no quiere renovarle el contrato a la Cooperativa San José

Los ex trabajadores de la sandwichería San José que se reconvirtieron en Cooperativa Don José, esperan que la justicia falle a favor y les permita quedarse en el local que le pertenece al Arzobispado y se les niega la posibilidad de una renovación de contrato. 

En primera instancia, los jueces dieron luz verde para que los cooperativistas abandonen el lugar y se lo restituyan a la Curia, que se niega a renovarles el contrato. Tras una apelación por inconstitucionalidad, ya que atentaría contra la fuente de trabajo, la Cámara de Apelaciones deberá resolver la situación. 

La sandwichería funciona en España al 700 y luego de la quiebra de sus dueños primigenios durante la pandemia, los trabajadores decidieron afrontar la deuda y hacerse cargo del negocio. Los cooperativistas vienen cumpliendo con el pago de embargos por diez millones de pesos. 

Sin embargo, tuvieron que recurrir a la justica para quedarse en el local en el que iniciaron los antiguos dueños 29 años atrás. Consideran que es un lugar estratégico y lo que les permitirá conservar las fuentes laborales. 

Norma Choqui, presidenta de la cooperativa, explicó que: “El proceso judicial está en instancias finales. Estamos en mano de nueve jueces que pertenecen a la Cámara, que son los que van a tomar la decisión final de si se continúa con la explotación del negocio. Todo lo que está en el negocio está embargado, nada es nuestro. En estos años, además de sufrir la pandemia, con toda la deuda que dejó la patronal logramos sacar el negocio adelante y comprar algunas cosas, pero no todo lo que necesitamos para trabajar. El lugar es esencial para nosotros porque es el corazón de la cooperativa”. 

Agregó que: “por más que nos digan que busquemos otro lugar, lo que es entendible, entendemos que le pertenece a la iglesia y que con todos los terrenos no hace beneficencia y lucra. Nosotros venimos pagando el alquiler como nos determinó la justicia, pero las veces que quisimos arreglar nunca quisieron saber nada de nosotros por el solo hecho de ser cooperativa” y remarcó que: desde que nos hicimos cargo hasta ahora venimos pagando el alquiler como corresponde”. 

El plan de pago que tiene la cooperativa por deudas contraídas por los dueños anteriores con AFIP, ANSeS, Municipalidad, aporte sindical y a trabajadores, es a ocho años. “Nosotros nunca cobramos un peso ni siquiera nuestros sueldos. La quiebra se declara el 20 de junio del 2.020 no habíamos llegado a cobrar el sueldo de febrero. Cuando decidimos hacernos cargo del negocio el único que se acercó fue el Sindicato de Pastelero, después los clientes y personas que nos ayudaron a formar la cooperativa.

“No podemos pagar una deuda si no podemos trabajar. Hemos logrado reinventarnos y llegamos a tener un negocio completo con sandwichería, cafetería, pastelería, panadería y se ofrece menú. Y el lugar es todo, sin el lugar nos somos nada”, apuntó Choqui.

 

 

 

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