La dilación en la elección de las autoridades del Concejo Deliberante de San Ramón de la Nueva Orán vuelve a tomar ribetes de escándalo luego de que días atrás finalmente los ediles lograran asistir a la sesión programada a tales fines.
Con todo dispuesto para avanzar en el orden del día, dos legisladores resolvieron ausentarse por lo que cayó la sesión y la historia vuelve a cero generando indignación en la ciudadanía de la ciudad norteña.
Tras la renuncia de la presidenta del Concejo Deliberante de Orán Alejandra Pato y su secretaría legislativa Carlos Manzur a mediados de octubre, el parlamento local quedó a la deriva luego de la renuncia a la presidencia del parlamento local. Por esta razón, días atrás se celebró la sesión N°29 en el cual los ediles se disponían a debatir proyectos comunitarios junto con la elección de nuevos representantes.
El momento de inflexión fue la moción desde la UCR para elegir las nuevas autoridades, con Héctor Urdapilleta para Presidente, Guantay en la vice presidencia 1º y Farfán vice 2º, en tanto que el nombre de Marisa Nieve para Secretaria Legislativa y Carolina de la Vega Prosecretaria.
La propuesta no fue apoyada por Avancemos, y la edila Pato se retiró y cayó el quorum.
Con este marco, la preocupación se apodera de los trabajadores del recinto deliberativo que hasta el momento y con esta acefalía, no han podido percibir sus haberes.
La situación en el Concejo Deliberante lleva ya más de un mes de estancamiento, con renuncias y ausencias que impiden la normalización de la presidencia. Pomares explicó que, tras la renuncia de Pato, la vicepresidenta primera, Claudia Copes, o el vicepresidente segundo, Fabio Urdapilleta, deberían haber asumido la conducción del Concejo. Sin embargo, la falta de argumentos válidos para que estos funcionarios deleguen sus responsabilidades ha generado un vacío institucional.
La incapacidad de los ediles de resolver la acefalía, o la puesta en prioridad de las mezquindades políticas de determinados sectores plantea un panorama incierto para Orán.
La ciudadanía y el Ejecutivo se encuentran en una situación de vulnerabilidad, sin acceso a las herramientas legislativas que provee el Concejo Deliberante. La situación exige una respuesta inmediata, tanto para resolver la acefalía como para recuperar la institucionalidad en el municipio.