Los ladrillos llevaban en total algo más de 2 kilos de cocaína, lo extraño es el relieve de un delfín estuviera impreso en el compactado polvo blanco que dio positivo en el narcotest, para cocaína, en un lugar tan alejado de la frontera norte. Se sabe que es la marca del clan Castedo, lo que además puede marcar la pureza de la “mercadería” o el distribuidor.
En ese marco, a las 3.20 de la madrugada del domingo pasado -a solo cuatro días de iniciada la investigación-, se detuvo la marcha de un colectivo de larga distancia perteneciente a la empresa “Vía Bariloche”, específicamente de la línea “Vía Tac” sobre la ruta nacional 22, en la entrada a la ciudad rionegrina de Río Colorado.
El micro provenía de la localidad bonaerense de Ezeiza y tenía como destino la ciudad donde se produjo el operativo.
Un perro adiestrado para la detección de estupefacientes marcó las pertenencias del imputado, y específicamente una mochila.
Bajo las instrucciones del MPF, los efectivos policiales realizaron la requisa y hallaron dentro de la mochila más de dos kilos de cocaína (el pesaje arrojó 2,78 kilogramos), divididos en dos paquetes rectangulares prensados que, como particularidad, presentaban en bajorrelieve el símbolo del “delfín”, un sello típico de organizaciones narcocriminales del norte del país.
Droga y presos
El caso comenzó con una investigación de la Unidad Fiscal General Roca, en la que el 11 de diciembre pasado la Delegación de Toxicomanía de General Roca de la Policía de Río Negro le informó a la fiscalía sobre el posible ingreso de estupefacientes a la provincia, en una acción presuntamente coordinada por condenados alojados en la unidad Nº5 del SPF, conocida como la Colonia Penal de General Roca.
A partir de la información obtenida, se dispuso una serie de controles en diferentes puntos de ingreso de la provincia.