El embajador de la Unión Europea visita Argentina y marca quejas de empresas europeas
El representante de Bruselas en Buenos Aires enumera las quejas de las empresas en el país y cómo resolverlas. Además sostiene que “es el momento de avanzar con el acuerdo UE-Mercosur”.
Amador Sánchez Rico va directo al centro del conflicto que existe hoy en las relaciones bilaterales de la Argentina con los países europeos: "Las empresas europeas transmiten preocupación por las trabas a la importación, los problemas de tipo de cambio, las retenciones y las licencias no automáticas que hay en la Argentina", advierte. Pero de inmediato, el embajador de la Unión Europea en Buenos Aires establece una solución pragmática al problema. "Hay dificultades, pero tenemos las herramientas y los canales de comunicación".
Una de las herramientas concretas que plantea el embajador Sánchez Rico como solución a los nubarrones que hay con la Argentina proviene de "nuevos marcos de inversión que den mayor previsibilidad". Y esto podría provenir de la ratificación parlamentaria del acuerdo Unión Europea-Mercosur. "Hoy es el momento de acelerar este acuerdo", dijo con énfasis.
A lo largo de una entrevista con El Cronista en las modernas oficinas de la embajada de la Unión Europea, Sánchez Rico admitió que desde el bloque de 27 países que representa "debemos trabajar esta relación a fondo". Hay cierta autocrítica en las palabras del embajador de origen español. "Hemos dado por sentado que somos socios naturales de América latina. Y creo que eso no es suficiente. Hay que alimentar esta relación. No te puedes dormir en los platos. Esta es una relación que tiene mucho potencial pero que quizás no lo hemos puesto como algo prioritario", dijo.
Sánchez Rico habló de todo. La reciente visita del alto representante de Relaciones Exteriores de la UE, Josep Borrell, la injerencia de China en la región, las inversiones que se vienen, la guerra en Ucrania y una reunión con la Vicepresidenta Cristina Kirchner.
-¿Cómo evalúa la reciente cumbre de la Unión Europea y la CELAC en Buenos Aires además del vínculo entre la Argentina y los países europeos?
-Era una cumbre ministerial, no de jefes de gobierno. Ministros de asuntos exteriores presidida por (el canciller Santiago) Cafiero del lado de la CELAC y (Josep) Borrell del lado de la Unión Europea. Era una tarea pendiente ya que llevábamos cinco años de que no se hacía esta reunión. Ya el hecho de que hubiera reunión fue la noticia. Una representación por el lado de América latina muy buena y nutrida. Nos hubiese gustado tener más representación de la Unión Europea. Pero el hecho de haber hecho esa reunión fue bueno. Esto sirve para preparar la reunión del año que viene de jefes de Estado bajo la presidencia de España. Adoptamos una hoja de ruta que se aprobó y que sirve para llegar a esa cumbre del año que viene en mejores condiciones. Esa hoja de ruta ya está en marcha con acuerdos de cooperación marítima, ayuda contra el crimen organizado y otros temas que ya estamos trabajando en el compromiso que asumimos en esa hoja de ruta.
-¿Se habló de la importancia de América latina y Argentina en medio del actual contexto de la guerra en Ucrania?
-Si, se habló del impacto que está teniendo la guerra a nivel mundial. No sólo en la Unión Europea sino en el resto del mundo. Borrell subrayó el papel importante que juega en este contexto América latina. En el nuevo tablero internacional hemos visto como América latina se ha posicionado ante la invasión de Rusia en Ucrania.
Borrell y Alberto Fernández en la reciente cumbre de la UE y la CELAC
Esta es una relación que tiene mucho potencial pero que quizás no lo hemos puesto como algo prioritario. Por varias razones: porque hubo muchas crisis en nuestro vecindario, problemas internos, el Brexit, temas de migraciones, la crisis económica y hemos dejado esta relación con América latina sola y adelante. Hay que trabajar esa relación, mimarla. Con la guerra de (Vladimir) Putin esto lo hace más claro, Debemos trabajar esta relación a fondo. Por ejemplo, con este nuevo escenario debemos acercarnos más a América latina. Tenemos ahora una hoja de ruta para el 2023. Debemos acercarnos con más reuniones de jefes de Estado, más sectores de la alianza digital, de minerales, con más vínculos bilaterales. El acuerdo con México y Chile que hay que rematarlos y el acuerdo Unión Europea-Mercosur que si no lo sacamos ahora va a ser complicado a futuro. El contexto actual es el momento ideal.
-¿Este es el momento para que los parlamentos de ambos bloques avalen cuanto antes el acuerdo de libre comercio Unión Europea-Mercosur?
-Hoy es el momento de acelerar esto. Así lo vemos desde las instituciones europeas. Es el momento de pisar el acelerador tanto con México como con Chile y con el Mercosur. En este acuerdo del Mercosur nos jugamos mucho.
Es que no es un simple acuerdo comercial, es un acuerdo geopolítico. Es un acuerdo con el quinto bloque comercial del mundo y es el momento de acelerar, es ahora. Es momento de darle prioridad a este acuerdo.
-Teniendo en cuenta este contexto de guerras y los problemas económicos que presenta la Argentina. ¿Es factible que los inversores vengan a nuestro país?
-En todo el mundo se está notando los efectos negativos de la invasión en Ucrania. Esto es lo único que no podía pasar. Tuvimos una pandemia que dejó saldos terribles y ahora vamos con esta guerra injustificada que se está notando los efectos nocivos en el mundo. Efectos que no se deben a las sanciones que impuso la Unión Europea o Estados Unidos en Rusia.
Sánchez Rico admitió que hay quejas de las empresas europeas para la Argentina
¿Podemos hacer más? Seguro que sí. El tema es cómo: Con nuevos marcos de inversión que den mayor previsibilidad. Y esto podría provenir de un acuerdo como el de la Unión Europea-Mercosur. Evidentemente esto se hace trabajando en los obstáculos que existen a la hora de invertir. Esto se hace con mayor diálogo. Hemos tenido un diálogo con el equipo del ministro de Economía Sergio Massa la semana pasada. Las empresas transmiten preocupaciones.
-¿Cuáles son las principales preocupaciones que transmiten las empresas europeas por la situación argentina?
-Transmiten preocupación por las trabas a la importación, los problemas de tipo de cambio, las retenciones, las licencias no automáticas. Estamos en contacto con la Eurocámara que es la que nuclea a todas las empresas europeas. Pero también tenemos contactos y puertas abiertas del gobierno y la Cancillería para tratar estos temas. Hay dificultades pero tenemos las herramientas y los canales de comunicación abiertos con las autoridades argentinas parea tratar estas preocupaciones que nos transmiten las empresas.
-¿Qué les dijo Massa en esa reunión que mantuvieron?
-Hubo reuniones la semana pasada con el equipo de Massa no directamente con el ministro. Están trabajando con estos asuntos y hemos recibido algunas respuestas positivas. Se está intentado dar más respuestas.
-Volviendo al tema Rusia se habló de una condena a la invasión en Ucrania pero Argentina no acompañó a Estados Unidos y la Unión Europea en la aplicación de las sanciones. ¿Cómo repercute esta situación en las relaciones de Argentina y la UE?
-Nunca estuvo ese tema arriba de la mesa. Ningún país de América latina tiene tradición o cultura de imponer sanciones. Nuestras sanciones además no están destinadas al pueblo ruso sino al entramado del Kremlin. Tampoco pensamos que las sanciones sean la panacea. Pero si ayudan. Tienen un efecto coercitivo para cambiar la conducta del presidente Putin. Y lo estamos consiguiendo. Pocos apostaban que íbamos a ser capaces de ponernos de acuerdo todos en estas sanciones. Y sin embargo lo logramos.
También hablamos de suministro y diversificación del gas para dejar de depender de Rusia. Allí es donde entra la Argentina. Buscamos socios más confiables como la Argentina, Noruega, Estados Unidos y socios del Mediterráneo. Ahí queremos firmar un memorándum con Argentina para el suministro de gas o GNL. Y el tercer eje prioritario es el de una apuesta más decidida en energía verde. Es decir, acelerar el uso de renovable, el litio, el hidrógeno verde. Allí trabajan expertos europeos en Río Negro para ver cómo ese hidrógeno verde se traslada a la Unión Europea. Este es un memorándum de entendimiento con Argentina. Es decir, un marco que ayude a traer inversión y que dé cierta estabilidad, previsibilidad y seguridad a los inversores por 20 o 30 años siempre hablando de GNL que es una energía de transición.
-¿Qué se puede hacer para que ese acuerdo logre previsibilidad y seguridad jurídica?
-Ofrecer a las empresas un marco más previsible en términos del terreno. Queremos avanzar en esto.
-¿En qué medida influye el avance de China en Argentina y en la región como contrapeso de esa hoja de ruta que usted mencionaba con la Unión Europea?
-China tiene una presencia creciente en la región. En términos de inversión directa extranjera estamos por encima de China y estamos casi al mismo nivel en cuanto a socios comerciales. Quizás este un poco por delante China. Esto es relación comercial. Tenemos un gran déficit comercial con Argentina mientras que China tiene un superávit comercial muy importante.
Es un modelo diferente. Ellos tienen el proyecto de la Ruta de la Seda. Y nosotros tenemos un programa de largo plazo y sustentable.
-¿Qué se acordó en la reunión que mantuvieron con la Vicepresidenta Cristina Kirchner y cómo se evalúa en la Unión Europea las diferencias públicas que hay en el gobierno argentino?
-Grietas las tenemos en todos los países. La reunión con la Vicepresidenta fue muy cordial, la transmitimos en las redes. Pero también nos reunimos con el Presidente y con el ministro Massa. Y con la oposición también.
Fuente: Cronista