Judiciales

El fallo por la muerte en el parque San Martín refleja la fuerte discrepancia entre querella y fiscalía

A una semana del veredicto que condenó a Jhujanny Rafael Barreto Falcón, a 15 años de prisión por el homicidio de Alex Nahuel Vilte Martínez, en el parque San Martín, el 10 de octubre de 2021, el juez Leonardo Gabriel Feans dio a conocer los fundamentos de su decisión, resolución en la que sobresale el marcado disenso que la fiscalía y la querella hicieron público en el debate.

Dicha discrepancia, en definitiva, favoreció a las defensas, las que obtuvieron un resultado más que óptimo para sus clientes, pues hubo varias absoluciones. Pero la desavenencia entre los dos órganos acusadores, cabe reconocer, no fue lo único que impidió un fallo más ejemplificador, como lo esperaba la familia de Vilte.

Otro de los ingredientes que no colaboró para que el tribunal pudiera fallar con claridad, sin dudas, fue la ineficiente investigación, en particular, la tarea de la policía, la que, incluso, pudo haber evitado el fatal desenlace si hubiese atendido con celeridad en un incidente previo a la gresca que terminó con Vilte muerto.

En el fallo, al cual este medio tuvo acceso, el juez Feans analizó las exposiciones de todas las partes respecto a cómo ocurrió el crimen. Estableció que la muerte de Vilte sin dudas fue cometida por Barreto Falcón, quien le aplicó una certera cuchillada a la altura del cuello, lo que adjudicó probablemente al entrenamiento militar que tenía el acusado.

El magistrado concluyó en que la autoría del crimen no estaba en crisis, pues todos los testigos y la prueba documental implicaban a Barreto Falcón. Las diferencias, en realidad, se acentuaron en la cantidad de años que requirieron, tanto la fiscalía como la querella para el homicida.

El fiscal penal, Leandro Flores, en representación de la acusación pública, pidió 17 años de prisión por el delito de homicidio simple, mientras que la querella exigió 21 años y que lo sea por la figura de homicidio agravado. En su fallo, en tanto, el juez se inclinó más hacia la postura de la fiscalía respecto a la calificación y redujo el pedido a 15 años.

Para el juez el crimen no fue un hecho planificado

Para el juez, la muerte de Vilte no fue un hecho planificado con antelación, en el que hubo división de roles, sino la obra asesina del propio Barreto Falcón, la que se produjo en el fragor de la gresca, hipótesis también abandonada por la fiscalía, pero discutida por la querella que, a toda costa, intentó colocar a María Quinteros y su hija, menor de edad, como partícipes necesarias del homicidio.

Al respecto, el abogado Marcelo Arancibia, defensor de ambas mujeres y de Héctor Ponce León, reconoció que, efectivamente, surgieron varias posturas a lo largo del debate, sin embargo, resaltó a la prueba como el péndulo director. "Lo que no se ve no se discute", dijo el letrado, quien hizo hincapié en la ausencia de evidencias que pongan a sus dos clientas como las personas que cumplieron un rol predefinido en el crimen.

Reconoció a la víctima como "un muchacho trabajador" y enfatizó lo sucedido, tanto en el incidente previo como en el hecho que terminó con Vilte asesinado. En ambos casos, hubo "común denominador: la probada ineficacia de la policía, pues pese a contar con la presencia de infantería" a uno de los puesteros agredidos "no le tomaron la denuncia" porque dijeron que "había tomado unas copas", pero si lo dejaron que maneje una camioneta, situación que no tiene "perdón".

Arbitrariedad y valoración

"La prueba confirma y desvirtúa un hecho o una hipótesis, evita la arbitrariedad y su valoración correcta nos lleva a la verdad real no a suposiciones", aseguró.

Y, en ese sentido, afirmó que, desde las testimoniales e informes, no había dudas de que la vivencia en los puestos de venta era de mucho temor. "La convivencia era traumática y perniciosa, no eran grupos chiquitos, eran varios", sumó.

Sobre el hecho de que una de sus defendidas aportó el arma asesina, descartó que eso haya sido parte de un plan homicida.

Al respecto, el juez Feans coincidió con el defensor, al sostener que la entrega del cuchillo fue para desarmar los puestos, y que la acusada no se proyectó en su mente, en ese momento, que era para matar a Vilte.

En vista de ello, el magistrado resolvió absolver a las dos acusadas como partícipes necesarias o secundarias del homicidio, fallo que la querella analiza apelar, en función de las fuertes críticas que tuvo la familia de la víctima hacia la fiscalía y el tribunal.

 

 

 

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