El fiscal pide que Milagros Sala vuelva a la cárcel
El fiscal provincial de Jujuy Gustavo Araya le pidió al juez de ejecución penal Carlos Cattan que la dirigente de la Tupac Amaru Milagro Sala vuelva a la cárcel a cumplir la pena por asociación ilícita fraude y extorsión.
La sentencia contra Sala a trece años de prisión fue confirmada por la Corte Suprema de Justicia.
El fiscal pidió el cumplimiento de la pena en prisión y la unificación de esa sentencia con la pena -también firme- de dos años que recibió Sala por otra causa por amenazas.
Actualmente Sala cumple con arresto domiciliario en su casa. Araya sostuvo que la situación procesal de Sala cambió de condición y que ya no es una imputada sometida a prisión domiciliaria, sino que ahora tiene la condición de condenada. El gobierno provincial insiste en que la dirigente debe ser trasladada a una cárcel común.
Sala ya había anticipado que el gobernador de Jujuy, el radical Gerardo Morales, haya pedido al fiscal general de la provincia que ella fuera trasladada a la cárcel. “La orden ya está lista para que me vengan a detener, entre hoy, mañana y pasado. No están respetando la orden de la Corte Interamericana. Me llevan a la cárcel. Se cumple el sueño de Gerardo Morales”, dijo Sala.
En cuanto a su condena, la dirigente volvió a criticar con dureza a la Justicia argentina e insistió en que es una aliada de la derecha. “La Corte Suprema tenía la oportunidad de demostrar y cerrarnos la boca a todos los militantes que decimos que tiene colores políticos. No la supo aprovechar, después de lo que pasó con Cristina (el intento de magnicidio), después de Lago Escondido (el viaje al Sur que compartieron jueces federales, un ministro porteño, un fiscal y directivos del grupo Clarín), ahora con mi condena, está demostrando que responde a los sectores de la derecha”, remarcó.
Sus reproches no cerraron ahí. La militante afirmó luego “que la Justicia tendría que ser independiente” y hasta esbozó su plan para que, a su entender, lo sea. “Tendríamos que elegir por voto directo. Que [los jueces] vayan a la villa, ellos no conocen lo que es el barro, no conocen la pobreza, nunca comieron un pedazo de puchero en la villa y tienen sueldos extravagantes”.
“Este un mensaje disciplinatorio para que nadie se atreva a pararse a la derecha, para que estén con la cabeza agachada, pero los que somos militantes tenemos que seguir pecheando y resistiendo”, añadió en su defensa.