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El Gobierno avanza en negociaciones por financiamiento internacional

El Gobierno avanza en negociaciones por financiamiento internacional y se acelerarán las conversaciones en las próximas semanas con un grupo de entidades internacionales.

Las negociaciones para obtener un préstamo Repo por parte de entidades internacionales están en marcha y se acelerarán en las próximas semanas, según confirmaron fuentes oficiales. Luego de más de cinco meses de búsqueda infructuosa entre distintos bancos, el Gobierno recibió la primera oferta formal. El financiamiento propuesto estaría disponible por un año y medio, con una tasa de interés de un solo dígito.

Las conversaciones son complejas debido a la cantidad de contrapartes involucradas y sus preferencias sobre los tipos de garantías, señalaron las fuentes. “Hay algunos que prefieren bonos de deuda como colaterales, otros prefieren los Bopreales que emite el BCRA, y otros ven más deseables las garantías en oro”, explicaron. Sin embargo, estructurar las garantías en oro no debería afectar las reservas del país.

Pese a la complejidad de la operación, desde el Gobierno aseguran que “está todo sobre la mesa para negociar” y que, por ahora, no hay apuro. Los títulos emitidos por el BCRA, valorados en US$10.000 millones, son los más atractivos para los prestamistas. Estos papeles, con vencimiento máximo en 2027, tienen una paridad más alta en el mercado secundario, lo que los convierte en una opción sólida para las entidades internacionales.

Banco Santander al frente

El Banco Santander se perfila como administrador de esta operación, la cual ha captado el interés de otros bancos y fondos internacionales. Este interés se ha visto reforzado por el avance en el blanqueo de capitales y la mejora en el balance cambiario de septiembre, que registró un saldo positivo de US$256 millones.

El objetivo del Gobierno es reducir los costos del financiamiento, actualmente propuesto a una tasa variable de 550 puntos básicos sobre la tasa SOFR, con un costo final del 10,3%. La intención es que la tasa baje a un solo dígito, lo que beneficiaría las condiciones financieras del país.

El cierre de la primera etapa del blanqueo de capitales a fin de octubre genera presión para acelerar las negociaciones, especialmente considerando la creciente demanda de divisas para las importaciones. Los fondos obtenidos, cuyo monto aún no se define, lo utilizaran para cubrir pagos de la deuda externa y reforzar las reservas del país.

Con este financiamiento, el Gobierno espera reducir el riesgo país y dar un nuevo impulso a la economía.

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