El Gobierno quiere que los jóvenes paguen un seguro de salud
La idea es analizada en el Ministerio de Salud y propone “invertir en salud en la juventud para gastar menos cuando llegan los problemas”.
El médico cardiólogo Mario Lugones al frente actualmente del Ministerio de Salud de la Nación bien podría recibir la definición de “gladiador” del actual gobierno del presidente Javier Milei; así como el ministro de Desregulación y Transformación, Federico Sturzenegger, recibió el mote de “coloso”.
Las razones que atañen a que Lugones sea el gladiador del gobierno pueden ser varias, pero hay dos que lo definen para robustecer esta idea: la primera es su profunda convicción de que hay que reordenar el sistema de salud en la Argentina acorde a la Constitución Nacional, que establece un cambio en la carga de dónde colocar la acción de la salud pública.
La segunda es terminar con el centralismo que siempre tuvo la cartera de salud nacional y pasar a que el Ministerio sea un órgano rector y las jurisdicciones sean las que establezcan las prioridades en la gestión de la salud en cada territorio.
Para quienes conocen bien a Lugones, la segunda razón nace de lo que la perspectiva histórica deja ver: en materia de salud en la Argentina es muy poco lo que se ha hecho en las últimas 5 ó 6 décadas. “No hay nadie mejor que cada una de las provincias para saber cuáles son sus necesidades de salud y cómo resolverlas”, resuena como un mantra en los pasillos del edificio de la avenida 9 de julio.
Este gobierno pretende que los diferentes eslabones de la salud salgan de su zona de confort, rompan con la corrupción y terminen con los sobreprecios en los diferentes prestadores de los servicios de salud, señalaron fuentes.
Desregulación sí
La desregulación de las Obras sociales sindicales (OSS) y de las prepagas de salud -vigentes desde el primer DNU 70/23 del Gobierno- sintetiza de forma contundente el pensamiento del ministro Lugones: transparentar la información entre los eslabones del sector para evitar sobreprecios y nidos de corrupción.
Desregular las OSS y a las prepagas representó un paso crucial para ampliar la oferta e impulsar la competencia. Y en el marco de la sostenibilidad del sector en el futuro, propulsar planes más baratos para los jóvenes.
Emerge el seguro de salud
El ministro es un convencido de la idea de que el presupuesto de salud debe centrarse en la población joven que transita los años más prósperos de la vida laboral, priorizando la prevención.
Lugones considera que en la etapa final de la vida, cuando las personas necesitan mayores cuidados, el sistema debería ser menos oneroso, apoyado en un modelo en el que cada persona pueda contar con un seguro de salud desde sus años laborales. Esto ayudaría a reducir los gastos finales y a asegurar que los adultos mayores reciban la atención necesaria, sin sobrecargar los recursos del sistema en su conjunto.
Desde la cartera sanitaria aclaran que “no se desregularon las obras sociales, se creó una nueva figura, la del seguro de salud. Esto implica para todos un gran cambio cultural, un cambio de paradigma. Hay que dejar de ser hipócritas”, explicó una alta fuente de la cartera de Salud.
La noción del seguro de salud que analiza implementar el Gobierno implica que un individuo joven debería asociarse a una obra social, o a una prepaga, y tener un plan barato con copago, porque su riesgo de consulta médica grave es bajo. La misma prepaga debería proponerle financiar un seguro para que cuando tenga más de 65 años esté cubierto ante las enfermedades vinculadas al envejecimiento. Entonces, cuando un adulto decide cambiar de prepaga, retira el dinero que invirtió en su seguro personal de salud.
Saben desde la cartera que este es el camino para la sostenibilidad del sector, pero a la vez saben que hay cosas que solucionar antes. Están convencidos que hay que buscar el cambio de paradigma.
Fuente: Infobae