El incentivo docente o la dinamita que ampliará la brecha entre los niños “bien” y los otros
La decisión del presidente Milei de no desembolsar el Incentivo Docente y el Fondo Compensador para el sector docente desnuda la incierta realidad del segmento de los maestros, que se vivirá en los próximos días, agravados por el próximo inicio/no inicio de clases en Argentina.
Con la premisa presidencial de déficit cero, y con también cero tacto para dar a conocer posturas, el vocero de Javier Milei, Manuel Adorni, blanqueó que "en principio, la Nación no va a transferir a las provincias los recursos correspondientes al Fondo Incentivo Docente (FONID) y los comedores escolares porque considera que hoy no tiene existencia, no existen".
Parecería ser que, para el gobierno nacional en general, el desconocimiento sobre el tema docente es total. El FONID, complementa en materia salarial y de insumos la labor docente. Fue creado mediante la Ley 25.053 en 1998 -tras el extenso conflicto simbolizado por la carpa blanca de los maestros-, con una duración de cinco años y desde entonces fue prorrogado por todos los gobiernos; entró en vigencia en 1999 y su financiamiento proviene de una alícuota de 1% anual a los automotores, aviones y embarcaciones.
Esta aclaración contradice a Adorni cuando dice que el FONID no existe. Si existe y está vigente, como está vigente el artículo 75 de la Constitución Nacional que reza: Inciso 18: "Proveer lo conducente a la prosperidad del país, el adelanto y bienestar de todas las provincias, y al progreso de la ilustración, dictando planes de instrucción general y universitaria, y
promoviendo la industria, la inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales navegables, la colonización de tierras de propiedad nacional, la introducción y establecimiento de nuevas industrias, la importación de capitales extranjeros y la
exploración de los ríos interiores, por leyes protectoras de estos fines y por concesiones temporales de privilegios y recompensas de estímulo".
Inciso 19: "Proveer lo conducente al desarrollo humano, al progreso económico con justicia social, a la productividad de la economía nacional, a la generación de empleo, a la formación profesional de los trabajadores, a la defensa del valor de la moneda, a la investigación y al desarrollo científico y tecnológico, su difusión y aprovechamiento.
Proveer al crecimiento armónico de la Nación y al poblamiento de su territorio; promover políticas diferenciadas que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones. Para estas iniciativas, el Senado será Cámara de origen. Sancionar leyes de organización y de base de la
educación que consoliden la unidad nacional respetando las particularidades provinciales y locales; que aseguren la responsabilidad indelegable del Estado, la participación de la familia y la sociedad, la promoción de los valores democráticos y la igualdad de oportunidades y posibilidades sin discriminación alguna; y que garanticen los principios de gratuidad y equidad de la educación pública estatal y la autonomía y autarquía de las universidades nacionales. Dictar leyes que protejan la identidad y pluralidad cultural, la libre creación y circulación de las obras del autor; el patrimonio artístico y los espacios culturales y audiovisuales".
Sobre lo que marca el inciso 19 se dictó la Ley Nacional de Educación.
Ley 26206
ARTICULO 9º – El Estado garantiza el financiamiento del Sistema Educativo Nacional conforme a las previsiones de la presente ley. Cumplidas las metas de financiamiento establecidas en la Ley Nº 26.075, el presupuesto consolidado del Estado nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires destinado exclusivamente a educación, no será inferior al seis por ciento (6%) del Producto Interno Bruto (PIB).
ARTICULO 12. – El Estado nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de manera concertada y concurrente, son los responsables de la planificación, organización, supervisión y financiación del Sistema Educativo Nacional. Garantizan el acceso a la educación en todos los niveles y modalidades,
mediante la creación y administración de los establecimientos educativos de gestión estatal.
ARTICULO 4º – El Estado nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen la responsabilidad principal e indelegable de proveer una educación integral, permanente y de calidad para todos/as los/as habitantes de la Nación, garantizando la igualdad, gratuidad y equidad en el ejercicio de este derecho, con la participación de las organizaciones sociales y las familias.
Con respecto a estos datos, decía un alto funcionario salteño "Si no les gusta, que cambien la Constitución y las leyes, sino que la cumplan". Contundente, simple, pero imposible.
Curar con sal
Casi como si a una herida se la quisiera curar con sal (Frase que se usa para comentar cuando sucede algo que empeora una situación. Puede ser un evento que complica el problema o quizás simplemente un comentario que hace hincapié en una situación vergonzosa. Si alguien te dice o hace algo que intensifica tu sufrimiento, se dice que esa persona está sobando sal en la herida), las palabras del vocero presidencial cayeron como si otro meteorito -similar al que eliminó a los dinosaurios- hubiera impactado en terreno sindical-laboral, con el riesgo de hacerse extensivo a otros no interesados, y todavía no implicados.
Lo que siguió días posteriores, con la lógica respuesta sindical de llamar a reuniones, plenarios y demás para reclamar lo que dignamente les corresponde chocó -otra vez- con palabras altisonantes oficiales que marcan una posición -por ahora- inflexible y cargada de "quemeimportismo" para con los niños, nuestros niños, que terminan siendo las víctimas de esta postura.
Obviamente, que, desde presidencia, y como una especie de revancha hacia los gobernadores "traidores", esta situación pinta un panorama totalmente anárquico, más aún cuando anunciaron la ayuda que brindará Nación a los padres de niños que asisten a colegios privados, como si los niños que se nutren con la enseñanza pública no fueran niños de gente "bien".
Ahora, frente a dos posiciones muy firmes, ¿qué papel juega el Congreso ante esta crónica de posibles connotaciones tremendistas que no presagian ilesos al presentar ambos planteos?
Casi como una especie de "ponciopilatismo", el gobierno nacional le tiró la pelota y el problema a las provincias que ya vieron cercenado su presupuesto ante el anunciado y efectivizado recorte a las provincias que -dato aparte- va generando más de 50.000 nuevos desempleados.
Hasta aquí la aclaración legal de porqué Nación debe seguir haciéndose cargo del FONID.
Los riesgos de que Nación no pague el Incentivo Docente
Lo que sigue es un análisis de los riesgos inherentes al no pago del Fondo de Inversión Docente:
En la esfera educativa, el no pago del fondo de inversión docente plantea riesgos significativos que afectan tanto a los educadores como al sistema en su conjunto. Este fondo, destinado a apoyar el desarrollo profesional de los maestros, se erige como un pilar crucial para el fortalecimiento continuo de la calidad educativa. La omisión de su pago, no solo desencadenará consecuencias financieras, sino que también amenaza la motivación y el compromiso de los profesionales de la enseñanza.
Impacto financiero: El incumplimiento en el pago del fondo de inversión docente compromete la estabilidad financiera de los educadores. Estos fondos suelen destinarse a la formación continua, recursos didácticos y actividades de enriquecimiento profesional. La falta de acceso a estos recursos puede limitar la capacidad de los maestros para mantenerse actualizados en las metodologías pedagógicas y las tendencias educativas, lo que repercute directamente en la calidad de la educación impartida.
Desmotivación y desgaste profesional: El no pago del fondo de inversión docente envía un mensaje desalentador a los educadores, sugiriendo una falta de valoración de su labor. Este desestímulo puede conducir a una disminución en la motivación y el compromiso, afectando negativamente la calidad de la enseñanza. Además, el agotamiento profesional podría traducirse en una pérdida de talento, ya que los maestros podrían buscar oportunidades en entornos más favorables.
Erosión de la Calidad Educativa: La inversión en el desarrollo profesional de los docentes es esencial para elevar la calidad educativa. El no pago del fondo de inversión docente puede generar una brecha en la capacitación y actualización de los educadores, lo que impacta directamente en la experiencia de aprendizaje de los estudiantes. La erosión de la calidad educativa podría tener consecuencias a largo plazo en el desarrollo de habilidades y conocimientos de los estudiantes, comprometiendo su preparación para el futuro.
En conclusión, el no pago del fondo de inversión docente no solo afecta la estabilidad financiera de los educadores, sino que también socava la calidad educativa y desencadena un círculo de desmotivación que puede afectar la retención de talento en el ámbito educativo.
Es imperativo reconocer y abordar estos riesgos para garantizar un sistema educativo sólido y sostenible, salvo que el capricho presidencial termine sentenciando que sí les corresponde educación sólo a cierto sector de hijos de "hombres de bien" en contra de los otros, los hijos de la "casta" social.
NAG