El Instituto de Género de Abogados sin aval para ser amicus curiae de las monjas Carmelitas

El Instituto Jurídico con Perspectiva de Género del Colegio de Abogados solicitó presentarse bajo la figura de “amicus curiae” para apoyar la denuncia de las Carmelitas contra el arzobispo por violencia de género, pero finalmente no encontraron el aval de las autoridades.

La negativa se da en el marco de la tensión reflotada tras la reactivación de las demandas efectuadas por ambas partes.

Al respecto y en diálogo con Radio Nacional Salta, la abogada Gloria Cruz confirmó que, ante la negativa del Colegio, presentaron un recurso de queja y lamentó una falta de compromiso ante la violencia de género.

“Nuestra intervención con perspectiva de género desde el Instituto fue oportunamente a pedido de las partes, tiene que ver con una opinión totalmente objetiva sobre el tema que se trata”, dijo, y aclaró que “no se toma parte por uno u otro, simplemente nos están diciendo que está transcurriendo una situación de violencia, y nos manifestamos en ese sentido, y brindamos información de cuando se considera que una conducta puede estar o puede ser considerada en ese contexto”, dijo e insistió sobre la definición de “amicus curiae”.

Argumentos e intereses personales

La letrada explicó además que, para poder presentarse bajo esta figura desde el Instituto de Género, necesitan la autorización del Colegio de Abogados de la provincia: “entendemos cuál es el contexto, y sabíamos que habían otras personas e intereses presentados, en particular el doctor Eduardo Romaní (abogado defensor de Cargnello), que fue también presidente del Colegio (de Abogados)”.

Cruz también analizó “el contexto de la sociedad en la que estamos, por lo que teníamos nuestros reparos con respecto a la autorización para ser amicus curiae”, negativa que finalmente ocurrió, aunque según indicó la abogada, muchas se presentaron con esta figura, pero en representación de otras instituciones.

Una polémica disposición del Colegio de Abogados

“A nosotros nos niegan esta autorización con el argumento de que sólo podríamos hacerlo en casos de femicidios”, detalló la especialista en género, y advirtió que previo a esa disposición, no existían impedimentos de ningún tipo para ser amicus curiae: “nos resulta una forma de coartar nuestra participación”, dijo e insistió en el carácter totalmente arbitrario de la disposición, más allá de las competencias desde la institución que nuclea a los letrados y letradas de la provincia.

“Una resolución de estas características nos afecta en nuestro normal desempeño profesional y particular, además de ir en contramano con el compromiso que asumió desde siempre el Colegio de Abogados, para la lucha contra la violencia de género”, manifestó la profesional, y añadió: “no tenemos que llegar cuando el hecho sucedió sino desplegar actitudes y acciones que hagan a la prevención”.

“Causa indignación porque nos ponen condicionamientos” señaló Gloria Cruz y puntualizó que, a la fecha, esperan una respuesta por el recurso presentado en el seno del propio Instituto de Género exigiendo a la Comisión Directiva la revisión de la disposición restrictiva.

La manifiesta prohibición resulta en una arista más en medio de un conflicto que si bien pareció alcanzar la paz hacia fines de agosto tras la firma de un acuerdo entre las partes (que no fue homologado en la justicia) con un delegado Papal interpuesto, y con la llegada del mes del Milagro, finalmente continuará su curso legal con un pedido de registro prontuarial al Arzobispo Mario Antonio Cargnello y tres sacerdotes más, además de un resarcimiento, y una investigación económica en curso, a la administración de la Fundación Virgen del Cerro.

 

 

 

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