El juicio a Marcos Levín más allá del veredicto, tendrá un final abierto
Mientras que para hoy se espera una réplica dura por parte de la fiscalía, la que tendrá la primera palabra en la etapa de alegatos, en los tribunales se habla de un juicio que tendrá todavía más capítulos, pues como sucedió en el primer juicio, sin sentencia firme aún, ya que existen fallos contradictorios que se dictaron posterior a la primera condena impuesta a Levín, por hechos similares a los ahora juzgados.
El 28 de marzo de 2.016, el tribunal –integrado por los jueces Carlos Enrique Jiménez Montilla, Federico Santiago Díaz y Gabriel Casas– condenó a Levin, Víctor Hugo Bocos y Almirón a 12 años de prisión por la acusación de delitos similares en perjuicio de Víctor Cobos.
El 6 de octubre de 2.017, sin embargo y a raíz de una apelación del abogado Arancibia, los jueces Eduardo Riggi, Juan Carlos Gemignani y Carlos Mahiques, de la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal consideraron que los delitos cometidos no son de lesa humanidad y que la detención y los tormentos que sufrió el delegado gremial Víctor Cobos no respondieron al contexto de represión sistemática de los opositores políticos y los trabajadores organizados.
Este golpe dado al fallo del tribunal local, no quedó así, pues ante otra apelación, esta vez de la fiscalía. Para ello, la clave estará en la presentación de los alegatos, oportunidad en la que la fiscalía, como ya se sabe, reforzará su posición respecto al carácter de lesa humanidad de los delitos, como así también el contexto histórico y político del caso.
Lesa humanidad, la clave
Los jueces de la Corte Suprema, quienes intervinieron para dirimir la cuestión, entendieron que los delitos sí eran de lesa humanidad, por lo que revirtieron lo resuelto por la cámara y ordenaron que se dicte una nueva resolución en ese sentido, según una medida dictada el 24 de octubre del 2.022.
Esa nueva resolución aún no se dio a conocer, por lo que la cuestión no se considera del todo zanjada, por lo que este nuevo debate, siendo prácticamente los mismos hechos, podrían tener el mismo derrotero, lo que dependerá, en gran parte, del pensamiento y posición que este tribunal adopte respecto al caso.
Por ello, la discusión fuerte estará en probar si los hechos son de esa categoría, lo que ayer, el propio Levín, dejó en claro que no es así, sino que se trató de un fraude, argumentos que su defensa seguramente mejorara con mayor amplitud, pues tiene un panorama del caso, el que no se presenta nada sencillo, sino por el contrario, sin tener en cuenta las audiencias agotadoras ya desarrolladas a lo largo del debate.