El Museo de Bellas Artes inauguró las muestras Salfity Pública y Lugares Comunes
El Museo de Bellas Artes dejó inauguradas las muestras “Salfity Pública” dedicada a Elsa Salfity, y “Lugares Comunes” de la artista Carlota Beltrame. Se pueden apreciar en la sede del Museo, Belgrano 992.
“Salfity Pública” es una muestra dedicada a la figura pública de la artista salteña Elsa Salfity. Desde hace algunos años, el Museo de Bellas Artes trabaja en la revalorización de artistas mujeres que fueron claves en la construcción de nuestra comunidad artística.
Elsa Salfity destaca por su virtuosismo y se desenvuelve con gran facilidad en todas las disciplinas de las artes visuales, esto se hace más evidente aún en la escultura, con figuras que la identifican y posicionan como la exponente más representativa de la disciplina del siglo XX, realizando importantes aportes al arte local en un ámbito y época de gran hegemonía masculina.
“Salfity Pública” es una investigación del equipo del Museo de Bellas Artes que rastrea su vital presencia en nuestras calles y colecciones públicas, así como su rol fundacional en la Escuela de Bellas Artes de la que fue Directora. Tiene como objetivo acercar a la comunidad la intimidad del proceso de desarrollo de sus obras de carácter público, creación artística que según sus propias palabras se basa en “dar riendas sueltas a la imaginación”.
Marcela López Sastre, directora del Museo de Bellas Artes, manifestó a Nuevo Diario: “Venimos trabajando en la presencia de artistas mujeres en las programaciones y muestra, e investigando sobre ellas. Es lo que hacemos desde hace tres años, empezar el año reconociendo a artistas mujeres que creemos no fueron lo suficientemente investigadas o a veces trabajan a lado de hombres que tenían más reconocimiento y quedaban a la sombra. Venimos haciendo un trabajo de investigación más profundo en la revalorización de las artistas locales”.
Con una producción situada siempre en y desde Salta, al margen de los centros artísticos privilegiados de la Argentina, las obras de Salfity indagan materiales, formas, temáticas y estéticas tradicionales y contemporáneas. El suyo es un trabajo continuo, de permanente indagación y experimentación, que parte de un espíritu único que habita, no una cultura sino varias, o al menos dos: la colonial y latina, pero también la prehispánica y americana.
Su dedicación meticulosa, generosa y desinteresa, su conocimiento de los materiales locales como la arcilla y la cerámica, y de otros como el bronce, dan cuenta de una labor realizada con compromiso y empeño pero también con espíritu, con alma.
Esta muestra invita a la experiencia de un recorrido por sus obras que embellecen los distintos puntos de la ciudad, a través de imágenes que esperamos motiven una posterior visita a cada lugar.
Salfity, artista y docente, deja vivo el espíritu de su obra en las calles de su Salta natal marcando huellas imborrables en el tiempo.
“No solo fue una gran escultura y tiene obras e nuestra Ciudad, como el mural de la Iglesia San Francisco, un mural en la Iglesia del Tránsito, una insignia en las avenidas Bicentenario y Belgrano. Se investigó su presencia en estos lugares públicos y sus obras en las colecciones públicas del Museo y de la Municipalidad, para recuperar la trascendencia y revalorizar su valentía y coraje”, remarcó López Sastre.
“Lugares comunes” de Carlota Beltrame
Carlota Beltrame presenta en esta exposición obras de los últimos diez años, diversas desde su materialidad, su concepto, sus referencias. Nos habla de la historia, las practicas propias de una comunidad, los lugares comunes, llevándonos a cuestionar las verdades impuestas o construidas socialmente.
Beltrame a través de este recorrido nos propone reflexionar acerca de nuestra memoria colectiva desde la sensación física, la experimentación de los sentidos. La luz, las texturas, el olor, el silencio, el vacío, lo oculto y no revelado son medios que nos permiten sentir lo material, que atraviese nuestros cuerpos para repensar, para generarnos dudas y preguntas. Abrir puertas.
La luz intensa, claramente dirigida, pone el foco en lo que la artista quiere que veamos, dejando en penumbras todo a su alrededor. Juega con los opuestos: lo develado – lo oculto, lo que se dice y creemos ciegamente – lo que se calla. Atrae y perturba a la vez.
Textiles vinculados íntimamente con prácticas ancestrales que no eran valoradas y que hoy se reivindican, permiten a Beltrame utilizarlos como canal para hablar de las mujeres, de las tradiciones, los lugares y también de hechos de un pasado cercano, oscuro.
Objetos que nos resultan familiares: baldosas por las que transitamos todos los días y elementos domésticos de uso cotidiano; resignificados. A medida que nos conectamos con ellos descubrimos una superposición de mensajes. Capa sobre capa.
La grandeza de las obras de arte reside en que cuestiones anecdóticas se vuelven universales. No hablan solo de lo que muestran, si no que nos interpelan. Aquí son alegorías, disparadores para pensar de otra forma, un camino más hacia la verdad.
Beltrame invita a forzar al máximo los sentidos, que no queden en una mera sensación/experimentación, ir un paso más allá, que los estímulos sensoriales se transformen en una reflexión profunda sobre nuestra identidad.
La entrada al museo es libre y gratuita, de martes a domingos, de 10 a 20 horas.