El Papa aclaró sobre la frase “la homosexualidad no es un delito, es un pecado”
El Papa Francisco en una entrevista había criticado las leyes que penalizan la homosexualidad como “injustas”.
A pesar de haber dicho que "ser homosexual no es un delito", recibió críticas por haber agregado que "es un pecado", una frase que fue sacada de contexto y que debió ser aclarada por el pontífice en una carta a la comunidad LGBT.
Francisco precisó su posición y explicó que "los actos homosexuales, para la moral católica, son pecado".
"Me referí simplemente a la enseñanza de la moral católica, que dice que cada acto sexual fuera del matrimonio es pecado", escribió el pontífice, al responder a una carta del padre James Martin, el jesuita estadounidense que desarrolla su apostolado entre las personas LGBT, para clarificar el sentido de sus palabras en la entrevista publicada el 25 de enero por la Associated Press que provocó tanta discusión.
La respuesta autógrafa del Papa, en español, fue publicada en el sitio del padre Martin "Outreach.faith".
El sitio de la Santa Sede, Vatican News analizó que ya en el contexto de la entrevista con la AP resultaba evidente que Francisco había hablado de homosexualidad significando en ese caso los "actos homosexuales" y no la condición homosexual en sí.
La moral católica
Con su respuesta, el Papa reitera que su posición, ya repetida desde el primer coloquio con los periodistas en el vuelo de regreso de Brasil en 2013 es aquella del Catecismo de la Iglesia Católica: "Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?"
Al responder al padre Martin, el Papa remarca, además, con respecto al pecado, que "es necesario considerar también las circunstancias, que disminuyen o anulan la culpa", porque "sabemos bien que la moral católica, además de la materia, evalúa la libertad, la intención, y esto, para cada tipo de pecado".
Por consiguiente, en la carta insiste en lo dicho a AP: "A quien quiere criminalizar la homosexualidad quiero decirle que se equivoca". En la entrevista había señalado que "ser homosexual no es un crimen", mientras existen más de 50 países que contemplan condenas legales para las personas homosexuales y, en algunos de estos, incluso la pena de muerte. La carta concluye con el Papa que reza por el trabajo del padre Martin y por la comunidad LGBTQ que ha seguido y agrega: "Les pido hacer lo mismo por mí".
El padre James Martin, de 62 años, que, entre otras cosas, desde 2017 es consultor del Dicasterio vaticano para la Comunicación, es muy activo a favor de la plena aceptación de las personas LGBTQ en la Iglesia Católica.
No obstante las críticas por sus iniciativas, el papa Francisco lo respaldó muchas veces en su trabajo.