El Papa proclama santo a Artémides Zatti, el enfermero de los humildes de la Patagonia
El enfermero ítalo-argentino Artémides Zatti, conocido por su labor en la Patagonia al servicio de las personas necesitadas durante los inicios del siglo XX, y que enfocó su labor en “las casas humildes de las periferias”, será proclamado Santo.
Esto sucederá hoy domingo y la proclamación la realizará el papa Francisco con una ceremonia en la Plaza San Pedro luego de que el Vaticano confirmara un milagro atribuido a su intercesión.
Nacido en Boretto (Regio Emilia, Italia) el 12 de octubre de 1880, Artémides Zatti vivió en Argentina desde 1897 hasta su muerte en 1951, en donde desarrolló una carrera como enfermero que lo acercó a los más necesitados a partir de su incorporación al movimiento de los Salesianos de Don Bosco.
Su pasión por el trabajo en la Patagonia lo llevó incluso a obtener la ciudadanía argentina en 1914.
A más de 70 años de su muerte y cuando se encamina a ser proclamado santo, Zatti es reconocido en su Viedma adoptiva con un monumento y, desde 1975, le da su nombre al hospital regional.
"Artémides conoció a los salesianos en Bahía Blanca, donde había llegado en 1897 junto con su familia. Lamentablemente, muchos inmigrantes perdían el valor de la fe, absorbidos por el trabajo y los problemas que encontraban. Pero los Zatti, gracias a Dios, fueron una excepción", recordó este sábado el papa Francisco.
"En esa pequeña porción de tierra de la Patagonia donde transcurrió la vida de nuestro beato, volvió a escribirse una página del Evangelio: el Buen Samaritano encontró en él un corazón, unas manos y una pasión, principalmente para los pequeños, los pobres, los pecadores y los últimos", destacó el Sumo Pontífice.
De cara a la ceremonia que encabezará el papa Francisco este domingo desde las 10.15 locales (5.15 de Argentina), el Vaticano resaltó la figura de Zatti como alguien que "amaba servir a quienes no tenían nada, en las casas humildes de las periferias".
Zatti, que había sido declarado beato por Juan Pablo II en 2022, será canonizado luego de que se reconociera el milagro logrado a través de su intercesión en la curación de un hombre que sanó de un "ictus isquémico cerebeloso derecho, complicado con lesión hemorrágica voluminosa", en agosto de 2016 en Lipa, Filipinas.