El periodista del rock local, Tony López se fue de gira eterna en su balsa
Tony eligió el Día del Periodista para partir de estas tierras, en su ley de rockero: él que fue un periodista de la escena del rock salteño.
También fue “un gran gestor cultural”, como lo describe a Nuevo Diario, “Pirucho” Subirada, dueño de Radio Dínamo (100.9) su último hogar en el éter en donde ambos cumplían este año 25 años de compromiso con la música.
Tony, desde su emblemático programa radial “La Balsa”, supo ser difusor del arte musical emergente: “convirtiéndose en un verdadero educador musical para varias generaciones”, dice Subirada, que todavía no sale de su asombro. “Tony fue un verdadero referente del rock por su generosidad y su vitalidad, y porque supo generar un verdadero espacio de difusión del under salteño, que de otra forma hubiera quedado condenado a continuar en los garages o habitaciones desde donde se hacían”, sostiene el periodista que agrega: “a partir de allí Tony construyó una carrera que le permitió relacionarse con todos los músicos de una manera muy personal, y en un lugar donde todas las voces son importantes, él expresaba el rock en Salta”.
Cabe recordar que además López desplegó sus dotes de productor, con bandas como Perro Ciego, con quienes muchos y muchas comenzamos a recorrer los primeros escenarios del rock local.
Su última luz de aire fue en Dínamo, radio de culto al rock, pero Tony también tuvo más de una década en FM La Plaza (94.7), otro de los espacios de difusión para ese público. Ese público que no paró de hacer llegar sus condolencias a través de las redes sociales, a los referenciados medios por donde transitó su trabajo, pero también a su familia, en su Cafayate natal.
Su última obra escrita fue en 2.015, cuando a través del Fondo Editorial de La Provincia hizo ver la luz de “Estabas ahí”, un recorrido por la historia de “Perro ciego”, emblemática si las hay, y cuya tapa fue ilustrada por el mismísimo Rocambole (autor de las tapas de Patricio Rey), y a quien se dio el lujazo de tener más de una vez en “la terraza del Mandiga”, allí y “en una de Pappo”, es donde vamos a elegir recordar siempre al querido Tony.