El “plan Milei” generó despidos masivos en dos fábricas de zapatillas
La industria del calzado deportivo es una de las primeras en sentir el impacto de las nuevas medidas y dos de las más importantes del sector comenzaron con despidos. El grupo brasileño Dass tomó personal hasta julio y post PASO comenzó a despedir, mientras que Bicontinentar desvinculó esta semana a 100 empleados.
La empresa Dass tiene dos plantas en la Argentina, una en El Dorado, Misiones y la otra en Coronel Suárez, provincia de Buenos Aires, y fabrica calzados para Nike, Umbro, Asics y Fila en Misiones y Adidas entre otras marcas, en Coronel Suárez. La planta misionera abrió sus puertas en 2.007, llegó a tener 1.500 trabajadores en 2.015 y ahora apenas alcanzaba los 570.
Después de las PASO despidió a 80 trabajadores y luego el Ministerio de Trabajo logró frenar más despidos. La falta de insumos, agudizó los problemas en las líneas de producción, pero gracias a la intermediación del ministerio de Trabajo se cerró en su momento un acuerdo que frena los despidos hasta el 31 de diciembre. En las plantas quedan menos de 500 trabajadores. El 22 de diciembre es el último día de los operarios que toman vacaciones hasta mediados de enero.
Consecuencias del "plan Milei"
Otra empresa que despidió trabajadores fue Bicontinentar que echó a 100 personas. Ubicada en Chivilcoy, se la conoce como la ex planta de Paquetá, fue construída en 2.007 por el grupo brasileño Paqueta la cerró en 2018 y en 2021 reabrió como Bicontinentar y comenzó a invertir y sumar cada vez más marcas para la producción de zapatillas.
La planta arrancó con 50 empleados en esta última gestión y llegó a superar los 550. Produce para New Balance, Under Urmour, Hush Puppies, Olimpikus, Kickers, Le Coq Sportif, Diadora, Atics, 47 Street, Alpine Skate, Montagne, Ringo y Lacoste.
El sueño de Juan Recce, su actual CEO, era llegar a tener 16 líneas, las mismas que alguna vez supo tener Paqueta en su mejor momento. Hace apenas un año le contaba a Bae Negocios que "no encontrás lugar para producir calzado deportivo, todos tenemos como mínimo seis meses de demora". Junto a otros empresarios y el sindicato fue uno de los que impulsó la Ley del Calzado, justamente la legislación que logró media sanción y espera ser aprobada en el Senado para impulsar la producción nacional.
Con el cambio de Gobierno, las marcas deportivas saben que importar puede ser el camino a seguir, pero algunas frenaron los pedidos y ya se siente el impacto en las fábricas y se comienza a sentir el golpe en cada comunidad que rodea a una planta.
La empresa ofreció un retiro voluntario para 100 trabajadores, la medida se debe a una baja generalizada de pedidos por parte de varios de nuestros clientes. Durante los meses de octubre y noviembre teníamos previstos pedidos que se fueron posponiendo por las dificultades logísticas y cambiarías, por eso mantuvimos una dotación. Por encima de las necesidades de producción de esos meses. El horizonte previo a la segunda vuelta electoral era de fabricación de esos productos y continuidad del plan de trabajo trazado para los próximos siete meses. El pasado jueves 7 de diciembre recibimos las confirmaciones de la mayoría de los clientes de sus nuevos planes de producción y abastecimiento", señaló Juan Recce a BAE Negocios.
Les dieron a elegir a los trabajadores si querían el despido o sumarse a un retiro voluntario con un plus de un 7%, lo que ellos prefieran para poder tener el seguro de desempleo. Juan Recce señaló: "Muchos de nuestros clientes tenían sus obligaciones en el exterior calzadas en dólares, con la expectativa de liquidación al tipo de cambio oficial, pero tras el cambio de la política económica, que fue ratificado por las medidas de ayer, muchos de ellos vieron reducidos su capacidad de compra de insumos y productos, terminados incluso. Es muy triste lo que nos pasa, por eso insistimos en la necesidad de que se apruebe la Ley del Calzado".