El presidente negó que la negociación de la deuda implique un ajuste
El Presidente encabezó una reunión con gobernadores en el Museo del Bicentenario de Casa de Gobierno, donde el ministro Martín Guzmán les informó sobre las negociaciones.
El presidente Alberto Fernández advirtió que "ajustar la economía es dejar de crecer" y que para el Gobierno argentino "la palabra ajuste está desterrada en la discusión" que lleva adelante con el FMI por el pago de la deuda.
Fernández reafirmó que Argentina "va a lograr una reestructuración conveniente" de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y advirtió que el préstamo contraído por el gobierno de Mauricio Macri superará su mandato e incluso también el de quien gobierne el país a partir de 2027.
Recordó que "es muy grave" el problema de la deuda externa de la Argentina, tanto con acreedores privados, como con el FMI, heredadas del gobierno de Cambiemos, y dejó en claro que esa situación generará "un fuerte condicionamiento", no sólo para la actualidad, sino también "en los años venideros".
Guzmán: "La diferencia con el Fondo es ajuste versus crecimiento"
En su exposición en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, Martín Guzmán consideró que "la principal tensión" que enfrenta la economía argentina para poder continuar en la senda de la recuperación es la deuda con el FMI.
Para el ministro, los compromisos de deuda plantean una "situación absolutamente insostenible" al asegurar que el sector público y el sector privado en la Argentina deberán enfrentar vencimientos por US$ 28.000 millones en 2.022 y US$30.000 millones en 2.023, el doble del superávit comercial del país.
Asimismo, aseveró que "es necesario poder refinanciar esas deudas, porque representan la capacidad de seguir adelante con una visión de programación económica sin condicionamientos".
Larreta fue el único que no envió representantes a la Rosada
En la noche del lunes, Sergio Massa y Gerardo Morales estuvieron en contacto telefónico más allá de la madrugada. El presidente de la Cámara de Diputados y el gobernador radical de Jujuy destrabaron el diálogo entre la Casa Rosada y un sector de Juntos por el Cambio luego de la tensión que generó el rechazo opositor a la convocatoria de Martín Guzmán por lo que finalmente en la reunión de ayer, los distritos opositores enviaron representantes, a excepción del Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta que se justificó argumentando que: que "entendemos que, así como está planteada, es una reunión política más que una reunión seria, de trabajo institucional, e insistimos en que el ámbito para plantear esto es el Congreso nacional, donde se terminan aprobando las leyes".
Morales y la deuda
La convocatoria del Gobierno nacional a los gobernadores, para el informe sobre el refinanciamiento de la deuda con el FMI en la jornada de ayer, fue rechazada inicialmente por los mandatarios provinciales que forman parte de Juntos por el Cambio. Y aunque luego accedieron a participar, la situación generó nuevas tensiones internas en la oposición.
En ese contexto, Gerardo Morales, actor principal en las negociaciones para tratar de acercar posiciones con el oficialismo, pronunció una frase que seguramente generará ruido interno: “Me parece que ya está, no hay que jugar a las escondidas con este tema. Esta deuda la contrajimos nosotros, lo menos que tenemos que hacer es ir a escuchar la exposición del ministro de Economía”, afirmó en diálogo con FM Urbana Play.
“El presidente nos pidió que enviásemos hoy a los vicegobernadores o ministros de Hacienda y es lo que vamos a hacer”, sostuvo.
El envío de funcionarios delegados representa un giro del radicalismo en el vínculo con el Gobierno, después de múltiples conversaciones telefónicas con Morales.