El “Puma” Arroyo, ante la pelea más difícil de su vida en una clínica
El ex campeón argentino y sudamericano de peso welter, Miguel Angel “Puma” Arroyo, atraviesa un difícil momento de salud, tras una operación realizada días pasados en un sanatorio céntrico de esta capital.
Según lo relatado por familiares más directos, el ex púgil había contraído una infección intrahospitalaria, tras la intervención quirúrgica y su estado sería muy delicado.
Aún se recuerda aquellos épicos combates con el santacruceño Jorge “Locomotora” Castro, en el mítico Luna Park, el 2 de diciembre de 1989.
Después la revancha en el polideportivo “Ciudad de Salta”. En ambos cruces el natural de Caleta Olivia ganó por la vía rápida.
Arroyo, fue el púgil más explosivo que dio Salta en la historia del boxeo. Sólo fue superado por el mendocino Eduardo Lausse, que realizó 87 peleas, con 75 triunfos (17 de ellos en el primer round), 10 derrotas y 2 empates.
“El Puma” quedó a sólo 5 combates en eso de sacar a sus rivales en la primera vuelta. Y se anotó la definición más rápida ante Francisco Solano Cardozo, a los 17 segundos.
Otro al que mandó a la lona apenas iniciado el combate, fue el bonaerense Fabían Chancalay. Arroyo era querido por la afición, pero también tenía sus detractores. Estaban los que iban a disfrutar de sus triunfos y otros que lo querían ver perder.
Aquella con Regatuzzo
El Salta Club fue el escenario más demandado por el pugilista residente por estos tiempos en el barrio Pablo Saravia al sudeste de la capital salteña.
El “Puma” subía al escenario preferido para enfrentar al santiagueño Cayetano Regatuzzo. La popular levantada con crujientes maderas era el lugar preferido para aquellos “asentaban” el choripán a través de tetra-brick.
Y viendo el rival que tenía, desgarbado y de brazos largos, pedían al “Puma” no sacarlo rápido. Arroyo hizo caso, pero recibió una contra que lo durmió. Entonces saltó el folklore que también fue tremendo: “Puma no servís para peinar perro pila”, se escuchó claramente.