Salta

“El quiebre de las representaciones hizo posible el Gobierno de Milei”

Lo que está guardado no debería tener más banderas que las de la Memoria, Verdad y Justicia, y aquello construido en pos de esas banderas, debería poder seguir resguardado en los sueños de la vida y de la historia de las y los argentinos.

Entender que el cuerpo de la memoria es político hoy y siempre, es el desafío y la tarea, en un contexto donde "lo político" está instrínsecamente vinculado a "la casta", y opera sobre ello la cancelación de redes, y la negación per se.  A  dicho y parafraseo de la socióloga argentina, Elizabeth Jelin  y sus obras sobre la memoria, "Lejos de ser un objeto clausurado, el pasado vuelve una y otra vez" (La lucha por el pasado, 2024), y es que  la memoria social son permanentes palabras y silencios disputados, y es precisamente esta disputa la que se pone en escena este 24 de marzo, que se conmemora por primera vez, bajo un gobierno explícitamente negacionista y nos enfrenta no sólo a la memoria de un capítulo oscuro en la historia argentina, sino que en la actual coyuntura política, marcada por la gestión de un gobierno que propone/ disputa/impone otras palabras y silencios.

Nuevo Diario dialogó Fernando Pequeño Ragone, militante de Derechos Humanos en Salta y nieto del desaparecido gobernador Miguel Ragone, donde revela preocupaciones profundas sobre la vulneración de derechos y la necesidad de mantener viva la memoria histórica al tiempo que un análisis profundo sobre las causas que posibilitaron este presente subsumido en retrocesos: "Es una fecha que cobra una connotación muy especial este 24 y más en las expectativas de los anuncios de un gobierno nacional que se muestra más provocador que nunca".

No obstante, y en ese sentido, desestimó la posibilidad de un indulto a los genocidas: "El procurador ha transmitido tranquilidad en relación a un posible indulto que el presidente intentara hacer para liberar a los genocidas clarificando que no es tan simple cuando las sentencias están firmes en los juicios de lesa humanidad". Estas especulaciones que se barajaban durante los últimos días, para Ragone funcionan en una suerte de "cortina de humo", que busca desviar la atención de temas críticos como la deuda externa y la transferencia de recursos. Así advirtió sobre "una estrategia cínica del gobierno y la necesidad de no caer en la trampa de discusiones secundarias mientras se ignora lo realmente importante".Las responsabilidades Ragone también apuntó a estrategias similares en las derechas de una y otra época. "Lo terrible de este caso es que además tenemos un presidente y una vice presidenta que además de negar el genocidio, reivindican el terrorismo de Estado y además son violentos. Algo inimaginable", lamentó y analizó la cultura consolidada de derechos, al tiempo que el desconocimiento y descrédito de esa cultura por parte de muchos jóvenes libertarios: "lamentablemente, algo pasó en el movimiento de derechos humanos y en las conducciones políticas que no pudieron transmitirle a esa generación el horror del genocidio setentista en Argentina y nos debemos esa reflexión.  

La crítica es profunda a la conducción política, porque una cosa es construir el poder político y otra cosa es heredarlo, y es que cuando se hereda el poder político se termina estrellando el barco. Por eso los partidos políticos no pueden romper la relación natural que tienen con los liderazgos naturales en los territorios", sentenció Pequeño refiriéndose al "quiebre brutal de las representaciones con las bases sociales"  y agregó: " ese es el problema que tenemos por eso fue posible que un Milei y la última derecha lleguen a gobernar un país como Argentina en donde hubo 30 mil desaparecidos, sí,  la responsabilidad es absolutamente política".

Ley de Memoria: una gran deuda pendiente

Atrás quedó y perdió estado parlamentario, la iniciativa fue presentada en la Legislatura de Salta, del bloque Memoria y Movilización encabezada  por el diputado David Leiva, a propuesta de la Mesa de Derechos Humanos de Salta, y que  busca poner en conocimiento la historia del terrorismo de Estado en Salta, entre otras medidas que incluyen que el archivo de la memoria sea un ente autárquico.

En ese sentido, Pequeño Ragone destacó la deuda pendiente del gobernador Sáenz con el Movimiento de Derechos Humanos. Para el referente de este movimiento, esta falta de avance refleja una crisis institucional más amplia, donde la solidaridad y la empatía se ven socavadas a diario.

En tanto, Mariana Reyes expresó su preocupación y llamó a los legisladores a retomar este tema en la agenda pública. "Sería importante que los legisladores vuelvan a poner en agenda esta ley de memoria. No tiene un gran impacto presupuestario y es fundamental para devolverle a la gente y a los organismos lo que están pidiendo en cuanto a la memoria histórica", enfatizó.

Cabe recordar que paradójicamente el proyecto legislativo encontró su freno en la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura salteña, presidida por la diputada Laura Cartuccia que propuso: “ dejar de mirar hacia atrás y empezar a mirar para adelante”, apuntando a suturar la memoria reciente y doliente de quienes pelean a destajo por verdadera memoria, verdad y justicia.

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