El acusado del doble femicidio en Córdoba forma parte de un grupo antifeminista “Varones Unidos”

Investigaciones revelan que el principal sospechoso del doble femicidio en Córdoba forma parte de “Varones Unidos”. Esto es una plataforma con discursos antifeministas que podrían contribuir a legitimar la agresión contra mujeres. Su arresto se concretó en Entre Ríos, junto al rescate de su hijo secuestrado.
El nombre de “Varones Unidos” cobró notoriedad tras el doble femicidio que conmocionó a Córdoba con el caso de Luna Giardina y su madre, Mariel Zamudio. Pablo Laurta, principal sospechoso, militaba activamente en esa plataforma de ideología antifeminista, donde participaba en debates sobre “los derechos masculinos” y cuestionamientos al feminismo institucionalizado.
“Varones Unidos” se presenta como un espacio dedicado a “incorporar la perspectiva masculina en el debate de género”, denunciando presuntas injusticias contra hombres, como discriminación judicial, fraude parental o “misandria”. En su discurso público, el sitio elaboraba contenidos que invitaban a hombres a no mostrarse “débil” o “dominados” en redes sociales. Esto generaban con expresiones que minimizaban acusaciones de violencia o las calificaban como sesgos institucionales.
El doble femicidio y el subsecuente secuestro del hijo de cinco años se entrelazan con estas narrativas: tras los asesinatos cometidos en Córdoba, Laurta huyó con el niño. Las fuerzas de seguridad rastrearon sus comunicaciones telefónicas y coordinaron el operativo entre Córdoba y Entre Ríos. Finalmente lo detuvieron en Gualeguaychú, mientras al menor lo hallaron en perfecta condiciones físicas.
La detención, efectuada de forma discreta por agentes de civil, se organizó para evitar reacciones extremas, se temía que el acusado pudiera atentar contra su hijo o contra sí mismo. Al momento del arresto, Laurta no ofreció resistencia y lo pusieron bajo custodia inmediata.
El caso puso bajo la lupa el vínculo entre ideologías extremas, discursos de odio contra mujeres y prácticas reales de violencia. Analistas advierten que plataformas como la “manosfera”pueden actuar como caldo de cultivo para radicalizaciones violentas. Esto se da al legitimar resentimientos y atribuir las culpas de desigualdades estructurales a discursos personales o conspirativos.
El proceso judicial contra Laurta avanzará en Córdoba, donde afrontará cargos por homicidio calificado, y posiblemente nuevas imputaciones por el secuestro del niño. El caso desató una presión social para que se profundice la investigación sobre las redes virtuales del odio. También para aplicar un control más contundente frente a discursos que pueden incitar el terror contra mujeres.
Fuente: Ámbito Financiero