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El Tribunal de Faltas pone en duda la efectividad del sistema de scoring en licencias de conducir

El Concejo Deliberante de Salta aprobó este miércoles la implementación del sistema de scoring para las licencias de conducir, una medida destinada a mejorar la seguridad vial y reducir la siniestralidad.

Con la adhesión al Decreto Nº 242/2022, que reglamenta la Ley Nacional de Tránsito Nº 24.449, Salta se suma a muchas otras ciudades del país que han adoptado este sistema, basado en la pérdida de puntos del carnet de conducir por infracciones de tránsito. No obstante, a pocos días de su sanción, la viabilidad y efectividad de la norma se encuentra bajo un intenso escrutinio debido a graves contradicciones en su implementación.

El sistema de scoring, que consiste en sancionar a los conductores infractores retirando puntos de su licencia según la gravedad de las faltas, parece ser, en teoría, una herramienta eficiente para reducir los siniestros viales, cuyo alto índice lamentablemente ostenta la ciudad de Salta. Al respecto, el concejal Gustavo Farquharson, impulsor de la ordenanza, explicó su relevancia en términos de seguridad pública: “Es un medio para fomentar una mayor conciencia social entre los salteños. Lamentablemente, muchos de estos cambios solo se logran a través de medidas rigurosas y sanciones”. Farquharson apuntó a que la herramienta busca cambiar conductas a través de la penalización directa a los conductores.

Sin embargo, la puesta en marcha de esta normativa ha generado una serie de contradicciones operativas y prácticas que ponen en duda su efectividad en la ciudad de Salta. Justo Herrera, presidente del Tribunal Administrativo de Faltas de la ciudad, fue uno de los primeros en advertir sobre la inaplicabilidad del sistema en el contexto actual. Según Herrera, existen serias limitaciones logísticas que impedirían la implementación eficiente del scoring. “No tenemos cómo controlar las inhabilitaciones en las licencias digitales. Además, no hay capacidad operativa para gestionar todas las infracciones que se reciben diariamente”, declaró en el programa radial Hora de Voces. Una de las principales contradicciones radica en que, a pesar de que el sistema se adhiere a una normativa nacional, no todos los conductores serán sancionados de la misma manera. “Si una persona tiene carnet nacional y otra tiene carnet municipal, ambas cometen la misma infracción, pero solo a la primera se le descuentan puntos”, explicó Herrera. Esta disparidad en la aplicación de las sanciones genera una fuerte sensación de inequidad y una clara incoherencia en la implementación de la ley, donde la misma falta es castigada de manera distinta dependiendo del tipo de licencia que tenga el conductor. Herrera también subrayó las dificultades técnicas del Tribunal para procesar las infracciones de tránsito bajo este nuevo sistema, ya que el Tribunal de Faltas se encuentra desbordado por la cantidad de actas de infracción lo que ya dificulta la tramitación de las faltas leves. 

Este colapso del sistema operativo del Tribunal pone en tela de juicio la efectividad real de la medida. Otra contradicción importante es el hecho de que el Tribunal Administrativo de Faltas, una de las entidades clave en la aplicación de la normativa, no fue convocado al debate previo a la sanción de la ordenanza. Herrera afirmó que no fue invitado a participar en las deliberaciones del Concejo Deliberante, lo cual impidió que sus advertencias sobre las dificultades operativas fueran consideradas. Este vacío en el diálogo entre las autoridades responsables del control del tránsito y los legisladores municipales refleja una preocupante desconexión institucional.

No obstante, en diálogo con Nuevo Diario, el especialista en tránsito y siniestralidad vial, Ricardo Baez Nunes, agregó otra dimensión crítica a la discusión, subrayando la falta de voluntad política en el pasado para implementar el sistema. “Salta ya estaba adherida a este sistema de scoring hace años, pero fue postergado por motivos políticos. En ese entonces, se priorizaba el voto del infractor por sobre la seguridad vial”, explicó Baez Nunes. Estas declaraciones ponen en evidencia una problemática aún más profunda: a pesar de que el sistema de scoring es un instrumento probado en otras partes del país y el mundo, su aplicación en Salta se ha visto obstaculizada por intereses políticos coyunturales que han retrasado su implementación. Baez Nunes también defendió el sistema como una sanción correcta y necesaria: “Las faltas graves como cruzar un semáforo en rojo o el exceso de alcoholemia quitan hasta 10 puntos de una sola vez. Es una sanción que castiga la conducta del conductor, algo que no se logra solamente con sanciones económicas”. Sin embargo, aunque el sistema de scoring se presenta como una medida justa y efectiva, las fallas estructurales en Salta dificultan que esta herramienta cumpla con su propósito de mejorar la seguridad vial.

De 30 a 45 días

Recientemente, el Secretario de Tránsito Municipal Matías Assennato adelantó a medios locales que “cuando salgan las reglamentaciones, que nos llevará de 30 a 45 días podremos comenzar a implementarlo”.

“El objetivo es poder seguir contando con herramientas que nos permitan, a través de la gestión de la Municipalidad y de la Secretaría de tránsito, evitar que se sigan cometiendo infracciones”, fundamentó el funcionario. “Esta ordenanza se da porque necesitamos mejorar los índices de seguridad vial y bajar los de siniestralidad”, insistió.

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