“Elegir es un acto de amor a la Patria, no una reacción ni una batalla”
La homilía durante la renovación del Pacto de Fe al Señor y Virgen del Milagro, estuvo a cargo de Monseñor Mario Cargnello. El mensaje se centró en el amor al prójimo y el renacimiento a través del bautismo en el Espíritu.
No obstante, y en un pasaje de su discurso, el sacerdote apuntó al momento social por el que transcurre el país, y la instancia política eleccionaria, e invitó a “prepararse con seriedad para elegir”.
“En un tiempo difícil de nuestra historia, marcado por la inseguridad económica y social, Salta vive una experiencia que es una ofrenda a la Patria entera. Ustedes, querida comunidad cristiana que muestran el mejor rostro de la Iglesia, nos dicen que es posible mejorar cuando es el amor el que mueve nuestras vidas. Como decía el poeta latino: "Omnia vincit amor", "El amor todo lo vence". Los tiempos difíciles pueden ser una ocasión para renacer. Depende de nosotros. Sucede en la vida personal y también en la historia de los pueblos”, sostuvo el representante de la Iglesia de Salta.
Asimismo el Arzobispo Mario Cargnello apuntó a: “prepararnos con seriedad para elegir. Pedir al Señor de la historia que nos ilumine con su Espíritu para que podamos actuar desde lo profundo del corazón, entregando un gesto de amor. El Señor del Milagro no aparta su amor. Respondamos con ese amor a los hermanos que habitamos este suelo patrio”.
“Prudencia y honestidad”
“Hoy el futuro de nuestra patria está en las manos y en el corazón de cada uno de los argentinos llamados a elegir el futuro inmediato. La madre Iglesia, cuando reza por la Nación, pide honestidad para los ciudadanos y para los ciudadanos que llegan a ser gobernantes, pide también prudencia”, sostuvo.
“La honestidad comporta no mentir, no engañar, no robar, no hacer trampas; y es más que eso, implica mostrar respeto hacia los demás y tener integridad y conciencia de sí mismo. (..) La prudencia es la virtud del obrar bien aquí y ahora. Conoce la realidad y actúa teniendo en cuenta a las personas y sus circunstancias. Sabe adelantarse a los acontecimientos escuchando y discerniendo que es bueno en este momento para los demás”.
“En esta hora estamos llamados, con especial urgencia, a ser prudentes para decidir pensando en el bien de todos los argentinos”.
El don del Pacto de amor
El Arzobispo Mario Cargnello aseguró que el Milagro salteño: “Es una historia de amor mutuo que atraviesa la vida de nuestra querida Salta desde su fundación y que va creciendo en profundidad y en extensión. En profundidad por la marca de acontecimientos que proyectan su luz sobre este misterio de amor, y en extensión porque incorpora en esta familia a tantos hermanos que desde diferentes puntos del país y más allá de sus confines, atraídos por una Presencia, descubren en las imágenes del Señor y de la Virgen la fuerza sobrenatural de Aquél que hace nuevas todas las cosas y de Aquella que nos aceptó como Madre desde la Cruz y para siempre”.
Asimismo, recordó los históricos temblores y señaló: “Cuando la tierra se mueve, caen todas las seguridades, se cuestionan las certezas, surgen preguntas que son profundamente humanas. No se puede pasar indiferente a una experiencia semejante”.
De este modo resaltó el significado del Pacto de Fidelidad que año a año realizan los salteños: “El pacto o alianza constituye el punto de partida del pensamiento religioso de Israel. Dios quiere constituir un pueblo fundado en la libertad. Dios quiere un pueblo de hombres libres, liberados de la esclavitud. Él decide otorgar su alianza y le propone sus condiciones. Él habla e Israel responde con su fe. (…) Así lo entendieron nuestros mayores en la celebración del primer pacto de fidelidad, así lo vivimos cada año. Reconocemos en la historia la cercanía del Señor del Milagro y de su Madre en la vida de cada uno de nosotros, de nuestras familias, y sabemos que esa cercanía cura, perdona, dignifica, une”, agregó el clérigo en el emotivo momento y ante el aplauso de los miles de creyentes.
Los peregrinos
Cargnello describió tres momentos en la historia del Milagro, entre ellos, la participación de los peregrinos y su sacrificio como acto de amor.
“La fuerza de los peregrinos que llegan al Milagro, impulsados por su fe y venciendo con fortaleza todo tipo de inclemencias, crea en el ambiente social de nuestra Salta un clima de fraternidad que deseamos sea transformador de los vínculos sociales”, resaltó el sacerdote.
Asimismo, recordó las travesías que recorren año a año: “El frío intenso, el viento inclemente, el cansancio, no son obstáculos. Todo se vence cuando es el amor es el que mueve. iCómo no agradecerles a ustedes, queridos hermanos peregrinos, su testimonio! Y, a la par, la caridad solícita de los samaritanos de los peregrinos, hombres y mujeres, jóvenes y niños de Salta que quieren ofrecerles su bienvenida con lo que tienen y pueden. iA todos, infinitas gracias! Son un signo de la vida, de la humanidad que camina y busca la fraternidad y que sabe que la encuentra en el Señor Jesucristo y en su Madre”, agregó el Arzobispo de Salta.