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Embajada de Argentina en Caracas bajo asedio: crisis humanitaria y tensión diplomática

Se cumplen 17 días de acoso en la sede diplomática, donde seis opositores venezolanos permanecen refugiados. La situación agrava las tensiones internacionales y pone en jaque el derecho internacional.

El asedio a la Embajada de Argentina en Caracas continúa, marcando 17 días de tensión. En la residencia diplomática, custodiada ahora por Brasil, permanecen refugiados seis opositores al régimen de Nicolás Maduro.

Entre ellos están Magalli Meda, jefa de campaña del comando “Con Vzla”; Omar González, líder regional; y Fernando Martínez Mottola, exministro y asesor de la Plataforma Unitaria Democrática.

Desde el inicio del acoso, el pasado 23 de noviembre, se han reportado cortes de electricidad, restricciones de agua y hostigamiento constante. “Estas tácticas son prácticas de terrorismo de Estado”, denunció Pedro Urruchurtu, uno de los refugiados.

Crisis de suministros y amenazas

La situación humanitaria en la embajada es crítica. Corpoelec, la empresa estatal de electricidad, cortó el suministro, dejando solo una planta eléctrica que funciona por horas limitadas. Desde el 27 de noviembre, se restringió el acceso a camiones cisterna, dejando a los refugiados con reservas mínimas de agua potable.

Además, la madrugada del 4 de diciembre, hombres armados rodearon la residencia diplomática. Según testigos, también se reportaron sobrevuelos de drones y bloqueos de comunicación.

Condena internacional

Líderes como María Corina Machado calificaron el acoso como un “estado de sitio” y pidieron acciones urgentes de los gobiernos de Argentina y Brasil. Estados Unidos exigió la entrega de salvoconductos para los asilados.

“Estas tácticas demuestran la desesperación de Maduro”, afirmó la oficina externa estadounidense para Venezuela.

Gobiernos de Uruguay, Paraguay y República Dominicana también se unieron al pedido. Mientras tanto, el abogado Tomás Arias solicitó la intervención de la Cruz Roja y la Nunciatura Apostólica.

Tras 264 días de asilo y 17 días de asedio, no se han emitido salvoconductos para los refugiados. La comunidad internacional sigue presionando para que cese el acoso y se respeten los acuerdos internacionales de asilo político.

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