Emotiva despedida en la Legislatura de Carlitos Balá, ídolo de generaciones
El velatorio de Carlitos Balá fallecido a los 97 años, se realiza en la Legislatura porteña, donde sus admiradores y admiradoras hacían largas filas, a lo largo de la avenida Diagonal Sur y la calle Hipólito Yrigoyen, para ingresar a la capilla ardiente.
"Lo conocí cuando tenía ocho años, estaba haciendo una obra de teatro en Quilmes, fui con mi madre y participé de un juego en el escenario. Creo que es parte de la Argentina, de un pedacito de cada uno, y merece ser despedido", dijo Carolina (44), una de las primeras en formar fila en la avenida Julio A. Roca al 500, a metros de la Plaza de Mayo, donde se encuentra el ingreso principal de la Legislatura.
Desde allí se accede al salón Perón, donde se encontraba la capilla ardiente en la que era velado Carlitos Balá, rodeado de sus familiares.
"Soy de Jujuy, lo conocí allá cuando era muy chiquita. Fui con mi mamá cuando él entraba a un estadio. Después lo seguí por las películas. Me saco el sombrero, era una gran persona, venimos a despedirlo como se merece", dijo a Télam Vilma (54), quien también era una de las primeras de la fila y llegó cerca de las 13.30, dos horas antes de que se abrieran las puertas.
Más tarde llegó Walter (53), llevando en la mano su último chupete y vistiendo una camiseta de Chacarita Juniors.
"Era mi mayor ídolo, antes de cumplir 50 años me saqué una foto con él en la cancha de Chacarita, ese fue el mejor regalo", dijo.
En la capilla ardiente, alrededor del féretro, muchas personas dejaron flores.
Durante la década de 1980, muchos niños dejaron sus chupetes en el chupetómetro, un gran cilindro transparente que era parte del programa de televisión "El Show de Carlitos Balá", con el que el artista intentaba ayudar a los más pequeños a desprenderse de ese objeto y superar una etapa.