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En dos años, el municipio ya ejecutó obras en más de 75 barrios de la ciudad

Durante los primeros dos años de gestión, la Municipalidad de Salta consolidó una política sostenida de obra pública que permitió intervenir en más de 75 barrios y mejorar más de 160 cuadras en distintos puntos del ejido urbano.

Las tareas incluyeron pavimentación, repavimentación, bacheo, hormigonado, arreglos de calles y puesta a punto de cordones cuneta, con el objetivo de optimizar la transitabilidad vehicular y peatonal y mejorar la calidad de vida de los vecinos.

Desde el inicio de la gestión, uno de los ejes centrales fue ejecutar las obras con personal y recursos propios del municipio, a partir de la reactivación y puesta en valor de la planta hormigonera y la planta asfáltica.

Esta decisión estratégica permitió reducir costos, agilizar los tiempos de ejecución y garantizar una mayor presencia del Estado municipal en los barrios.

En ese marco, se desarrollaron obras de pavimentación y repavimentación con concreto asfáltico, así como trabajos de pavimento y bacheo con hormigón.

En el primer rubro, se utilizaron 12.300 toneladas de concreto asfáltico, cubriendo una superficie total de 85.850 metros cuadrados, lo que se traduce en 122 cuadras intervenidas en 25 barrios de la ciudad. Estas acciones permitieron recuperar arterias clave y mejorar la circulación en zonas de alto tránsito.

En cuanto a las obras con hormigón, se emplearon 1.159 toneladas de cemento y 3.900 metros cúbicos de hormigón, alcanzando una cobertura de 18.500 metros cuadrados. Además, se ejecutaron 5.200 metros lineales de cordón cuneta, se realizaron trabajos de bacheo en 20 cuadras y se pavimentaron otras 22 cuadras con este material, beneficiando a 40 barrios. Estas intervenciones resultaron fundamentales para resolver problemas estructurales de calles deterioradas y para brindar soluciones duraderas en sectores que históricamente reclamaban mejoras.

Al respecto, la coordinadora de Gestión Operativa de la Obra Pública, Cecilia Pazos, destacó el rol central de la planta hormigonera en el desarrollo de estas tareas.

“La planta hormigonera es donde empieza toda la magia de la obra pública; lo que se ve en la calle sale de acá. Arrancamos bien temprano, a las seis de la mañana, cuando se prende la máquina y comienza todo el trabajo que después llega a los barrios para arreglar pozos, baches y pavimentar”, explicó.

Por su parte, el subsecretario de Obras de Producción, Antonio Anna, realizó un balance positivo de lo realizado y remarcó el cambio logrado en la infraestructura municipal. Señaló que, al inicio de la gestión, tanto la planta de hormigón como la de asfalto se encontraban prácticamente abandonadas.

“Hoy vemos que está todo reluciente y podemos trabajar con nuestros propios recursos. Todo se revalorizó”, afirmó.

Desde el municipio subrayaron que la obra pública seguirá siendo una prioridad, con una planificación que apunta a sostener el ritmo de trabajo, ampliar la cobertura territorial y dar respuesta a las demandas de los vecinos.

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