En el Día del Periodista, el primer periódico de Salta, de corta y accidentada vida
En 1.823, cuando se publicó “La Revista de Salta”, primer periódico editado en nuestra provincia, la ciudad de Salta se reducía a un puñado de manzanas alrededor de su plaza. Con vecinos de sus alrededores y rancheríos, su población rondaba los 6.000 habitantes.
- Por Gregorio A. Caro Figueroa
Once años de guerra estancaron su crecimiento demográfico. De cada cien habitantes, seis sabían leer y escribir. Del total, pocos escribían y leían habitualmente. Podemos imaginar que, de “La Revista de Salta”, muchos se enteraron por la lectura en voz alta de vecinos letrados.
El 1° de enero de 1.824, llegado de Perú y “colmado de honores”, el general Arenales asumió como gobernador de Salta. Desde agosto de 1.821, el mandato de los gobernadores se extendía sólo dos años, sin posibilidad de ser reelectos.
Tres meses después del comienzo del gobierno de Arenales, éste, por intermedio de Victorino Solá, representante de Salta en Buenos Aires; ofreció comprar al gobierno de Rivadavia la Imprenta de los Niños Expósitos o Imprenta de la Patria.
Los trámites fueron rápidos. Arenales hizo una gestión dinámica y progresista. Se tasaron la prensa, tipos, útiles y tinta. Pero por los méritos de Salta en la Guerra de la Independencia, Rivadavia donó la imprenta a Salta. Solo la prensa fue valorada en 150 pesos.
A ella se añadían distintos tipos de letras en plomo, barril de tinta, cajistas de 7 galeras, 15 cajas con letras de diverso tipo. En total, el peso superaba la tonelada. El plomo, tan usado durante la prolongada guerra, se incorporó como elemento civilizador y de cultura.
La imprenta llegó después de una larga travesía en carreta. “Para no incurrir en morosidades”, es posible que Ascasubi haya viajado a Salta acompañando a esa tropa de carretas”. Ascasubi tenía 18 años. Aprendió técnicas tipográficas en Europa, según otros, en Estados Unidos.
Ascasubi se comprometió enseñar este oficio a “tres o más jóvenes”, sin obligarse a “pagarles más que el aprendizaje”. Las relaciones de Ascasubi y Arenales fueron tirantes y terminaron en agravios y reproches.
“La Revista de Salta” se publicó desde el 30 de septiembre de 1.824 hasta el 5 de marzo de 1.825. Solo se editaron ocho números. La única colección en papel y completa de esa publicación se conservó en la biblioteca privada del historiador Ernesto Celesia, en el Archivo General de la Nación en una sala con su nombre.
Idelfonso Arenales dijo que aquella revista le costó “uno de los más amargos disgustos que haya experimentado en su vida”. El final de este periódico se explica porque, en marzo de 1.825, el general Arenales inició la campaña al Alto Perú que concluyó con la derrota de los restos de las fuerzas realistas en Tumusla.
GCF