En el INTA prevén ajuste severo de la designada Inés Liendo como interventora
El Gobierno Nacional anunció la designación de Inés Liendo, referente del PRO en Salta, como líder de un nuevo comité modernizador del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Liendo llegará al organismo para aplicar “la motosierra agropecuaria”, y realizar los ajustes y reformas similares a los que realizó durante su gestión en el Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI) dónde estuvo durante tres meses y se despidieron a 900 trabajadores en todo el país.
La creación del Comité de Modernización Institucional permitirá avanzar en el traspaso de 41 hectáreas de tierras del INTA en Cerrillos a la provincia de Salta, destinadas al desarrollo urbanístico por parte del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV).
Además de Liendo, el comité estará compuesto por Matías Nardello, veterinario y exfuncionario de SENASA durante el gobierno de Mauricio Macri, y Luis Negruchi, ingeniero agrónomo y miembro de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID).
Controversias y críticas sindicales
La designación de Liendo ha despertado una fuerte reacción en los gremios vinculados al organismo.
Desde APINTA, el sindicato que representa a los trabajadores del INTA, señalan que esta “modernización” podría significar un ajuste severo.
En los últimos meses, el INTA ya enfrentó recortes significativos, como jubilaciones anticipadas, retiros voluntarios y la subasta de un edificio histórico en la calle Cerviño, en el barrio porteño de Palermo y se prevé también la venta de tierras, como la de Cerrillos.
Mario Romero, secretario general de APINTA, expresó su descontento por los elevados salarios asignados a los integrantes del comité, quienes percibirán remuneraciones equiparadas a las de directores nacionales de carrera.
Romero también denunció que algunos de los designados carecen de la formación profesional adecuada para los cargos que ocuparán.
“Están equiparando a personas sin título universitario con directores regionales, algo que ofende a nuestros compañeros con años de experiencia y trayectoria. Están violando reglamentaciones y atropellando la institucionalidad del INTA”, declaró Romero.
Un historial polémico
Inés Liendo no es ajena a la controversia. Durante su gestión como interventora del INAFCI, lideró un proceso de cierre de oficinas y despidos masivos que alcanzaron a 900 empleados en todo el país.
La motosierra agropecuaria refleja un enfoque drástico y directo, que ahora llega al INTA con la intención de replicar su modelo de recortes y ajustes profundos.
A pesar de los cuestionamientos, el gobierno de Milei confía en que Liendo y su equipo podrán implementar los cambios necesarios para hacer del INTA un organismo más eficiente y alineado con las necesidades del sector agropecuario.
La Unidad Consultora, de carácter transitorio y con una duración inicial de 180 días hábiles, tendrá como objetivo redefinir la estructura organizativa del INTA y establecer una estrategia de modernización integral.
El futuro del INTA, en juego
Mientras tanto, las tensiones entre el gobierno y los gremios continúan creciendo. Desde APINTA advierten sobre un posible plan de lucha en defensa de los derechos de los trabajadores y del patrimonio institucional del organismo.
“La verdadera casta son ellos, los que vienen de AAPRESID y otras entidades vinculadas al poder político y económico. Nosotros estamos preparados para dar batalla”, concluyó Romero.