En el juicio a la gendarme acusada de homicidio, testigos la complicaron

Una nueva jornada de testimoniales tuvo lugar en el marco del juicio seguido contra una mujer acusada de homicidio culposo agravado.

Diana Soledad Insaurralde es juzgada por el delito de homicidio culposo agravado por conducción de un vehículo con motor y por haberse dado a la fuga y no socorrer a la víctima en perjuicio de Raúl Jorge Medina (50).

Ya declaró la pareja

La pareja de la víctima fue la primera en prestar declaración. Recordó que esa madrugada luego de atender su negocio volvió a su domicilio junto a Medina en la motocicleta. Él quería comprar cigarrillos por lo que volvió a salir.

Ese día, después de las 10 de la mañana un vecino le aviso telefónicamente del accidente y salió al hospital. Cuando llegó se encontró con una mujer conocida que trabaja como operadora del 911 y ella le comentó que esa madrugada habían recibo muchos llamados por el accidente, pidiendo la ambulancia y que esta demoró en llegar. Por último aclaró que habían trabajado toda la noche y que no había tomado bebidas alcohólicas.

Luego declaró vía remota el oficial que estuvo a cargo de la investigación del accidente. Entre otras cosas, refirió que se pudo detectar el automóvil de color blanco en las inmediaciones del lugar a través de las cámaras y tomando en cuenta las descripciones de los testigos, lo que les permitió deducir un radio de ubicación en la zona del macrocentro.

El próximo jueves se escucharán los alegatos

El juez de la Sala II del Tribunal de Juicio de Orán, Héctor Fabián Fayos, ordenó pasar a un cuarto intermedio para el próximo jueves 13, para escuchar la declaración de los últimos testigos. Luego se hará los alegatos de las partes.

Por el Ministerio Público interviene la fiscal penal interina del GAP Soledad Filtrin Cuezzo, la querella a cargo de Gabriel Rú. La defensa de la imputada por parte de Santiago Savoy.

En tanto, los policías lograron ubicar  al vehículo después de tres o cuatro días  de lo sucedido, una noche, dentro de una vivienda.

El vehículo estaba guardado y a resguardo, y desde la distancia se observaba que en uno de los costados tenía manchas de fricción por abolladura.

Durante esa investigación también surgió el dato que posiblemente la causante saldría de viaje, por lo que se montó una consigna policial en el domicilio y un móvil a la salida de la ciudad.

Cuando salió la acusada junto a otra persona se le comunicó la situación, y es allí que ella se identificó como personal de la fuerza de Gendarmería.

Allí fue notificada de la obligación de llevar el automóvil al día siguiente a la dependencia policial para hacer la pericia.

Refirió que del informe de criminalística surgió que los daños en el automóvil coincidían con la colisión de la motocicleta, además había manchas rojas en los burletes a la altura de la ventanilla, que podía ser sangre. Señaló que fue el mismo día en que la víctima falleció en el hospital y la acusada quedó detenida.

 

 

 

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