En el Senado, manifestaron la preocupación por el cierre de la refinería de Campo Durand

El senador Manuel Pailler pidió la intervención del Gobierno Nacional para frenar el desmantelamiento de refinería, la principal fuente laboral de San Martín.
El cierre de dos plantas en la refinería de Campo Durán encendió las alarmas en el departamento San Martín. La decisión empresarial, aún no oficializada públicamente, deja a la planta operando solo con el refino de gas y pone en riesgo cientos de puestos de trabajo directos e indirectos.
El senador provincial Manuel Pailler expresó su preocupación por el impacto social y económico que podría generar la medida.
Según explicó, la información comenzó a circular a través de comunicaciones internas dirigidas a los empleados. Hasta el momento, Refinor —la empresa a cargo— no emitió un comunicado oficial.
“Estamos hablando de 500 familias que pueden quedarse sin sustento. No solo pierden el sueldo, sino también la obra social, la jubilación y toda una red de derechos”, advirtió el legislador a Nuevo Diario.
Pailler realizó una manifestación en el recinto de la Legislatura provincial solicitando que el Gobierno de Salta y los legisladores nacionales intervengan con urgencia. También pidió que el Ejecutivo Nacional revise la decisión de cierre.
La refinería de Campo Durán, privatizada en los años 90, es la última gran fuente productiva e industrial en funcionamiento en el norte salteño. En ella se refina petróleo crudo para producir nafta, gasoil y gas licuado, insumos claves para la matriz energética regional.
“La están desmantelando. Están destruyendo la matriz productiva del departamento, que ya viene golpeado por la falta de empleo”, sostuvo Pailler, quien recordó que en 2023 ya se había registrado una crisis similar, aunque en esa ocasión la actividad logró mantenerse.
El senador indicó que ya hay un programa de retiros voluntarios en marcha, al que se habrían adherido unos 90 trabajadores, la mayoría próximos a jubilarse. No obstante, aclaró que el objetivo es “mantener activa la fuente laboral, no administrarla para cerrarla”.
Consultado por contactos con autoridades nacionales o representantes de YPF —empresa que integra el accionariado de Refinor—, Pailler admitió que aún no hubo conversaciones, pero se comprometió a iniciar gestiones.
“Esto es muy reciente, pero ya estamos actuando. No vamos a dejar que Campo Durán se apague sin pelear”, concluyó.