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En Salta, activistas LGBTIQ+ repudiaron las declaraciones del ministro Cúneo Libarona

Una concepción extraña de la libertad se encuentra al frente de nuestro país desde hace un poco más de ocho meses: una que deja tierra arrasada en manos de una motosierra, todo lo construido hasta aquí en materia de igualdad de derechos.

Una percepción que desata su odio/rechazo a quienes expresan elecciones diferentes quedó de manifiesto este martes en el Congreso de la Nación, cuando el titular de la cartera de Justicia rechazó de forma expresa, reiterativa y tajante la diversidad de las identidades sexuales en el país, entre otras banderas y discursos de odio e imprecisos que enarboló en su informe. La situación desató un malestar generalizado en el activismo de géneros y disidencias sexuales, y en Salta no pasó desapercibido.

Al respecto, la salteña activista LGBTIQ+, Pía Ceballos, expresó su profundo rechazo a estas declaraciones y en diálogo con Nuevo Diario manifestó que tales afirmaciones no sólo desconocen la realidad de la sociedad argentina, sino que además amplifican discursos de odio que ponen en peligro a la comunidad LGBTIQ+ que durante décadas fue epicentro de todo tipo de violencias contra sus cuerpos e identidades y que ganó, precisamente en las calles, muchas batallas por el reconocimiento de sus derechos ante la ley.

“El ministro Cúneo Libarona asienta una posición ideológica de derecha que retrasa y violenta, y amplifica el discurso de odios en nuestra comunidad”, denunció Ceballos, quien subrayó el impacto negativo que este tipo de comentarios puede tener en una sociedad ya marcada por episodios de violencia y discriminación hacia las personas de identidades diversas. “Quizás el ministro no sabe que, más allá de lo que él piensa o su gobierno piense, está gobernando para toda la sociedad. Y esta es una sociedad diversa, donde hay gays, lesbianas, trans, ciudadanos y ciudadanas con núcleo familiar desde la diversidad sexual”, añadió.

La activista salteña cuestionó la falta de representación inclusiva en las políticas del gobierno nacional y alertó sobre las posibles consecuencias de promover una narrativa excluyente. “No hay un solo proyecto familiar, sino múltiples, y su trabajo es representar a la justicia para todas las personas y no solo para un segmento destinatario de la política”, explicó, antes de preguntarse: “¿Quién se va a hacer cargo después de las consecuencias? ¿Cúneo Libarona se va a hacer cargo del odio que genera?”.

Un odio sin fin

Ceballos hizo referencia a casos recientes de ataques violentos contra personas de la comunidad LGBTIQ+, como la masacre de Barracas, en la que tres mujeres lesbianas fueron asesinadas, y los repetidos ataques en la vía pública a personas gays, no binaries y otros miembros de la comunidad. “Ya hemos visto cómo han crecido los discursos de odio y los ataques a nuestra comunidad”, advirtió, subrayando que estos discursos no solo son peligrosos en el presente, sino que también tienen efectos a largo plazo en la seguridad y bienestar de las personas afectadas.

Frente a este panorama, Ceballos realizó un llamado a la reflexión y la unidad social, insistiendo en que la diversidad es parte fundamental de la sociedad argentina. “Tenemos que invitar a la reflexión porque somos familia y somos parte de esta sociedad. Hoy estamos en peligro y con estos discursos que buscan distraer el verdadero problema político y económico de nuestro país”, enfatizó, pidiendo protección y solidaridad para evitar un retroceso hacia épocas violentas y opresivas de la historia nacional. Finalmente, la activista destacó que la lucha por los derechos de la comunidad LGBTIQ+ no es solo una cuestión de justicia social, sino también de derechos humanos, y pidió a la sociedad en su conjunto que se una para proteger y abrazar a quienes hoy son vulnerables a la discriminación y la violencia.

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