Deporte

En Santiago, Boca se enojó y le ganó a Central Córdoba 4-2

¡Cómo dicen que los santiagueños son dormilones! Madrugaron al Xeneize apenas la pelota entró a rodar.

Iban tres minutos, el equipo se estaba acomodando cuando Rodrigo Uriel Atencio puso arriba al Ferroviario. Chiquito Romero reaccionó mal y tarde. Sorpresa total en el Madre de Ciudades.

Herido, Boca fue por el empate, y un par de remates de Langoni exigieron al arquero local.

En tiempo agregado a la etapa inicial, Boca consiguió el empate a través de Equi Fernández, pero inmediatamente los santiagueños le aplicaron otro mazazo al desfalleciente Xeneize. Hubo errores en los centrales de la visita, y otra vez se equivocó Chiquito Romero. Matei Sanabria no desaprovechó la ocasión y puso nuevamente arriba al Ferro.

En el entretiempo, el reto motivador del técnico Martínez fue enorme y la visita salió a jugar el complemento llevándose por delante al rival.

Al minuto descontó Ezequiel Fernández, y a los 7 minutos Merentiel recibió un pase en profundidad, eludió al arquero y puso la paridad en dos goles. Pero había más. Volvió a aparecer Miguel Merentiel para sellar el triunfo en una noche con gruesos errores. En el final, el Equi Fernandez marcó el cuarto gol.

Errores y confusión en el Xeneize

Romero hizo autocrítica, salió en defensa del entrenador y cargó contra sus compañeros. “Tenemos que aprender a leer los partidos”, señaló tras el agónico empate de Fortaleza en La Bombonera por la Sudamericana. Nadie le respondió, pero quedó expuesto ante el plantel cuyos integrantes prefirieron hacer silencio de radio para “no echar más leña a la hoguera”.

Uno de los más apuntados fue Lema, pero ante la herida, lacerante, se podía ver que eran varios.

Es común que en las malas se solidaricen con el técnico, pero no a costa de los propios integrantes del plantel. Pero se potencia por quien lo dijo, un hombre de amplia trayectoria en el fútbol doméstico, como arquero de la Selección y por haber pasado tanto tiempo jugando en la meca del fútbol mundial. Entre ellos, en el Manchester United.

Un comentarista radial se jugó y dijo la siguiente frase: “Parece que Chiquito no aprende a ser grande”.

En el entretiempo, el vestuario boquense parecía una caldera, con miradas socarronas, pero sin decir esta boca es mía.

El fuego sagrado del Xeneize le permitió dar vuelta, pese a los groseros errores del primer tiempo.

Advíncula, otro a la enfermería

Boca tiene varios soldados entre algodones y anoche se sumó Luis Advíncula, el peruano que deja todo en cada partido. Pasada la primera media hora de juego, el polifuncional jugador pidió el cambio por una molestia muscular. El cuerpo técnico se agarró la cabeza y mandó en su reemplazo al uruguayo Jabes Saralegui.

Los otros de la enfermería son Edinson Cavani, Figal, Cristian Medina y el grandote Lema.

 

 

 

 

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