Expresan preocupación por la nueva tasa de Cafayate para el vertedero
La reciente aplicación de una tasa de ingreso al vertedero municipal de Cafayate generó malestar entre pequeños empresarios, recicladores y ambientalistas.
El grupo de personas advirtió que la medida podría frenar la separación y entrega de materiales reciclables, afectando el funcionamiento de la planta de reciclaje local.
El ambientalista Sacha Haro Gali, exjefe operativo del vertedero y la planta de tratamiento, cuestionó que el cobro se aplique de forma indiscriminada a todos los camiones que ingresan, sin distinguir entre basura común y materiales reciclables.
“Entiendo que se necesitan recursos para mantener el vertedero, pero cobrarle lo mismo a quien lleva residuos mezclados y a quien traslada material 100% reciclable no tiene sentido. No se puede poner en la misma categoría basura y material reciclable”, señaló Haro Gali.
Según el ambientalista, el nuevo esquema tarifario afecta directamente a pequeños generadores y recuperadores que colaboran con la gestión ambiental del valle. Como ejemplo, mencionó el caso de un empresario de San Carlos que debió regresar con su carga de reciclables tras exigirle el pago de $50.000, pese a llevar material separado y limpio.
Haro Gali relató que consultó con la directora de Medio Ambiente local, Daniela Quintero, quien explicó que la tasa se aplica a los Residuos Sólidos Urbanos (RSU). Sin embargo, insistió en que los reciclables no deberían estar incluidos en esa categoría, ya que su destino es la reutilización y no el enterramiento.
El especialista comparó la situación con la de Salta Capital, donde una ordenanza reciente establece descuentos de entre el 50% y el 90% para quienes separan materiales o realizan campañas de concientización.
“En Cafayate, en cambio, se cobra un monto uniforme, que puede llegar a los $100.000 por camión. Es un desincentivo directo al reciclaje”, advirtió.
Impacto en la cooperativa y riesgo de microbasurales
De acuerdo con Haro Gali, la medida ya se refleja en la disminución de ingresos de material reciclable en la planta, lo que afecta el trabajo de la cooperativa local encargada de clasificar, enfardar y enviar materiales a reciclaje.
“Los recicladores hacen un esfuerzo enorme, pero si cada vecino o empresa debe pagar por llevar material limpio, muchos dejarán de hacerlo. Eso puede derivar en más residuos tirados en lugares no habilitados y en microbasurales”, alertó.
Actualmente, solo los residuos retirados directamente por el municipio están exentos del pago, pero la cooperativa no cuenta con vehículos propios, por lo que los particulares que se trasladan con sus medios deben abonar la tasa, sin importar el tipo de material.
Un llamado al diálogo y a la coherencia ambiental
Haro Gali instó a las autoridades de Cafayate, San Carlos y Animaná, municipios que integran el consorcio regional de residuos, a revisar la medida y diseñar un esquema que promueva el reciclaje.
“Esta política va a contramano de todo el trabajo de educación ambiental que se viene haciendo en el valle. Si queremos reducir la basura, tenemos que facilitar el reciclaje, no castigarlo”, sostuvo.
El ambientalista también propuso avanzar en sistemas de certificación ambiental para bodegas y empresas, que podrían generar ingresos al municipio y fortalecer las políticas de sostenibilidad.
Finalmente, destacó la importancia de apoyar a la cooperativa local, que continúa trabajando a pesar de las dificultades, y recordó que en Salta Capital se realizará mañana un “Reciclatón” que recibe material electrónico, un tipo de residuo que en los Valles Calchaquíes aún no tiene destino adecuado.



