Judiciales

Financista estafador quiere devolver en pesos el dinero mal obtenido en dólares

El financista rosarino, Daniel Casanovas, permanece detenido junto a su mujer en Anta y se les imputa tres hechos de retención indebida de granos, dos hechos de libramiento de cheques sin fondo y un hecho de desbaratamiento por derechos acordados. Ofrecieron un plan de pago de sus deudas a los acreedores estafados.

El empresario propone pagar hasta $ 100.000 pesos en efectivo y el resto pagarlo en seis cuotas. Además, pretende pagar toda su deuda en pesos en lugar de dólares. El petitorio fue presentado a los acreedores por sus abogados Lucas Hadad y Gloria Torresi, pero todavía no en los Tribunales.

Sus estafas afectan a una gran cantidad de productores de la zona de Anta, y el caso se hizo viral tras recibir una paliza en un restaurante de Las Lajitas al sur provincial por parte de uno de los estafados.

El empresario acumula deudas desde 2.019, cuando su empresa agroganadera Cereales del Sur entró en cesación de pagos, dejando a productores y acreedores sin su paga correspondiente.

El imputado recibió una inhibición de bienes, congelamiento de cuentas bancarias y prohibición de salir del país, esta última medida le cabe tanto a él como a su esposa, quien también fue acusada por estafas.

La pareja de Casanovas, Verónica Bravo, fue detenida en la Ciudad de Salta, mientras que el financista fue atrapado en Anta. Ella fue trasladada hacia Joaquín V. González, y en el caso interviene la fiscal penal Celeste García Pisacic.

Vendía seguros falsos y adulteraba documentación

El modo de obrar del acusado habría consistido en utilizar engaños y ardides, utilizando formularios y comprobantes apócrifos, para afiliar a los damnificados, obteniendo como contrapartida determinadas sumas de dinero en concepto de cuota inicial y mensual. Se solicitó prisión preventiva.

El fiscal penal 5, Federico Jovanovics, imputó de manera provisional por la presunta comisión del delito de estafas reiteradas y falsificación de documento privado en concurso real, a un hombre de 52 años.

De acuerdo a las constataciones efectuadas, el acusado habría realizado afiliaciones a particulares, mediante el uso de formularios apócrifos en los que decía pertenecer a una empresa de seguros, como a un supuesto grupo empresario inexistente, para luego hacerse del dinero de las afiliaciones y cuotas.

Su procedimiento habría consistido en pasar a cobrar a los domicilios de los damnificados, entregando recibos sin valor alguno y haciéndose pasar como vendedor de servicios de sepelio y en cuyos membretes de los formularios que entregaba, se consignaban los nombres de la empresa y el supuesto grupo, como prestatarios del servicio.

El hombre habría operado mediante engaños y aprovechándose de su conocimiento para la venta de seguros de sepelios, puesto que trabajó muchos años en una reconocida empresa local, de la que fue desvinculado.

 

 

 

 

 

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