Francia enfrenta una crisis política: moción de censura contra Barnier
La izquierda y extrema derecha se unen para destituir al gobierno del primer ministro, en respuesta a la aprobación unilateral de una ley de financiación de la seguridad social.
Francia podría quedarse sin gobierno en las próximas 48 horas. La izquierda y la extrema derecha han presentado mociones de censura contra el primer ministro Michel Barnier, tras la polémica activación del artículo 49.3 de la Constitución para aprobar la ley de financiación de la seguridad social sin pasar por el Parlamento.
“Es hora de elegir entre textos responsables y el caos político”, declaró Barnier al defender su decisión. Sin embargo, sus palabras no lograron calmar las tensiones.
Las razones detrás del conflicto
El artículo 49.3, que permite aprobar leyes sin el aval de la Asamblea Nacional, ha sido una herramienta controvertida. Según la izquierda, el gobierno ignoró todas las propuestas de enmienda. “Rechazaron el debate. Esto es un golpe a la democracia”, declararon voceros del Nuevo Frente Popular.
Por su parte, Marine Le Pen y la extrema derecha también atacaron la medida. “No aceptaremos un presupuesto que debilite a los jubilados y a las familias trabajadoras”, afirmó Le Pen, quien anunció que su partido votará a favor de la censura.
Impactos económicos inmediatos
La crisis política ya afecta la economía. El euro cayó un 1% frente al dólar, y el spread entre las tasas de interés de Francia y Alemania alcanzó niveles no vistos desde 2012. “Esto refleja la incertidumbre política”, comentó Nicolas Forest, analista financiero.
Francia, segunda economía de la Unión Europea, enfrenta además una deuda pública que representa el 120% del PIB. Las medidas de austeridad propuestas por Barnier no convencieron ni a la oposición ni a los mercados.
Macron en el centro de la tormenta
Si el gobierno cae, el presidente Emmanuel Macron tendrá que decidir si mantiene a Barnier como primer ministro o nombra a otro líder. La disolución del Parlamento no es una opción, ya que la Constitución prohíbe hacerlo más de una vez al año.
Con 332 diputados dispuestos a votar por la censura, Macron enfrenta un panorama complicado. La oposición asegura que, si el gobierno cae, el propio presidente debería dimitir. Francia parece destinada a vivir en una crisis política permanente hasta las elecciones de 2027.
“Es un símbolo de cómo la política francesa está atrapada en un callejón sin salida”, concluyó Forest.