François Bayrou asume el cargo de primer ministro en Francia
El presidente Macron nombra a François Bayrou como primer ministro en Francia tras la caída histórica del gobierno.
El centrista François Bayrou asume el cargo de primer ministro en Francia. Esto ocurre tras la inédita destitución del gobierno de Michel Barnier por una moción de censura en la Asamblea Nacional.
“El presidente de la República ha nombrado primer ministro al señor François Bayrou”, informó el Palacio del Elíseo en un comunicado. La decisión llega en un contexto de fuerte inestabilidad política.
Bayrou, de 73 años, es un veterano de la política francesa. Líder del Movimiento Demócrata (MoDem), ha sido aliado clave de Emmanuel Macron desde 2017. Fue ministro de Educación y, brevemente, ministro de Justicia, cargo que dejó debido a una investigación judicial.
A pesar de las controversias, su experiencia se considera fundamental. Macron busca estabilidad en una Asamblea profundamente dividida entre la izquierda, el centroderecha y la extrema derecha.
Desafíos inmediatos
Bayrou tiene la tarea urgente de aprobar un presupuesto antes de fin de año. El riesgo de paralizar los servicios esenciales presiona al nuevo gabinete.
Además, debe superar el reto político de formar alianzas. “La Asamblea Nacional está fracturada, pero debemos construir consensos,” expresó un analista político.
La sombra de la moción de censura que destituyó al gobierno anterior también pesa sobre él. Michel Barnier, primer ministro durante tres meses, fue el último en sucumbir a la división parlamentaria.
Un giro político
Macron, en un movimiento estratégico, ha mostrado apertura hacia los partidos de izquierda, aunque mantiene distancias con La Francia Insumisa y la extrema derecha. Sin embargo, no está claro si Bayrou podrá obtener apoyo suficiente para evitar nuevas crisis.
Olivier Faure, líder del Partido Socialista, criticó la elección de Bayrou. “Es hora de un cambio real, no de los mismos rostros,” declaró.
El nombramiento de François Bayrou es un intento por devolver la estabilidad a un gobierno que ha visto cuatro primeros ministros en un solo año. ¿Logrará la cohesión necesaria o será otro capítulo en la turbulenta política francesa?