García Salado renuncia a Aguas del Norte y va a la Secretaría de Justicia
En la cuenta regresiva para el fin del 2022, hay vientos de cambio en el Gabinete del gobernador Sáenz, miéntras ayer se conoció una renuncia más. Se trata de Luis María García Salado, quien confirmó que dejará la presidencia de Aguas del Norte.
Así termina una gestión que dio pocas respuestas a la demanda de un servicio digno hacia los cuatro puntos de la provincia, y en un contexto de emergencia declarada por la sequía actual que dejó a varias localidades sin agua, como fue el caso de Tartagal.
El alejamiento de uno de los hombres de mayor confianza de Sáenz – recordemos ya desde su gestión al frente de la comuna capitalina- obedece a sus nuevas funciones en la Secretaría de Justicia en reemplazo de Diego Pérez.
Además, es conocida la íntima relación de García Salado con Marcelo Domínguez, quien asumió el pasado martes como Ministro de Seguridad y Justicia, en reemplazo de Abel Cornejo. Fue el flamante titular de dicha cartera quien confirmó ayer la incorporación del próximamente ex presidente de Aguas del Norte a su proyecto.
Si bien ya se confirmó el cambio de Gabinete, García Salado continuará al frente de Aguas del Norte hasta que se haga el acto formal de asunción. En principio, aún no se designó a quien lo reemplazaría al frente de COSAySA.
Sin soluciones
Durante los primeros meses de gestión, fue el propio funcionario quien aseveraba que: “Estamos con las pilas puestas, con ganas de trabajar y con ganas de solucionar este tema”, asegurando, además, contar con un estudio detallado y real de las áreas de distribución de agua en toda la provincia.
No obstante, ni los estudios ni las pilas fueron suficientes para dar respuesta a la creciente demanda del vital líquido, sobre todo en regiones como el norte provincial, que por la sumatoria de situaciones trágicas, se vio agravado por la sequía, con bajas históricas de los proveedores naturales y artificiales, y sin poder contar actualmente con agua de red apta para consumo humano.
A ello se le suman los pedidos transformados en ruegos, por parte de las comunidades originarias, cuyas manifestaciones resultaron en nada más que expresiones futuristas.
El sur de la provincia, por su parte, tuvo un desenlace que devino en intervención tras detectar serias irregularidades en el manejo de recursos, con una auditoría mediante y la suspensión de 5 empleados entre los que se encuentra el encargado de la sede, Sergio Alemán. A ello se le suman los reclamos en ciudades como Güemes.
El centro tampoco es la excepción, ya que un 40% de la población tiene problemas de abastecimiento; mientras que en los Valles Calchaquíes, más precisamente en San Carlos, aguardan también por eternas promesas, se encuentran sumidos en aguas con arsénico, y sin soluciones reales, tras exactamente tres años de gestión.