Hija de la concejal Mirta Copes, de LLA de Orán, cobraría salario sin cumplir funciones

El Concejo Deliberante de Orán vuelve a ser epicentro de la polémica tras conocerse que María Mercedes del Basso, hija de la concejal libertaria Mirta Copes, habría cobrado un salario estatal durante meses sin cumplir funciones, mientras exhibía en sus redes sociales una vida de lujo en Brasil.
El caso, que ya circula con el mote de “ñoqui VIP”, pone en evidencia un entramado de nepotismo, irregularidades administrativas y una nueva crisis ética en el cuerpo legislativo norteño.
Una “privada” que nunca apareció”
De acuerdo con los registros oficiales a los que accedió Nuevo Diario, Del Basso figura como secretaria privada de su madre, la concejal Copes, dentro del Concejo Deliberante. Sin embargo, desde febrero hasta agosto de 2025 no habría asistido a su puesto ni desempeñado tareas administrativas. Las propias redes sociales de la joven —donde se presenta como influencer y comparte un estilo de vida ostentoso— revelan publicaciones continuas desde playas brasileñas, confirmando que no se encontraba en Orán durante ese período. A pesar de su prolongada ausencia, percibió un salario mensual y los beneficios de la obra social estatal, todo pagado con fondos municipales. “Mientras los trabajadores oranenses hacen malabares para llegar a fin de mes, la hija de una funcionaria libertaria cobra sin trabajar y desde otro país”, resumió con indignación un dirigente gremial local.
Nepotismo a cielo abierto
La concejal Mirta Copes, representante de La Libertad Avanza, no solo es madre de la “secretaria ausente”: también su hijo ocupa un cargo como asesor contable del mismo cuerpo deliberativo. Ante críticas en agosto del año pasado, sobre la contratación de familiares, Copes defendió públicamente su decisión. “Los medios no tienen por qué poner en tela de juicio a quiénes elegimos. Nosotros trabajamos como una pyme familiar dentro del Concejo”, afirmaba en agosto del año pasado, cuando se le señaló por posibles casos de nepotismo. Lejos de retractarse, la edil se mostraba molesta e insistía en que la designación de sus hijos era legítima y enmarcada en la confianza política.
Entre la sorpresa y la pasividad de los ediles
Tras la publicación y viralización de este escándalo en medios provinciales y locales y consultado por FM La 10 Noticias Orán (100.5), el presidente del Concejo, Carlos Alberto Suárez, admitió que recién se enteró de la denuncia por los medios. “Recién me entero de esta noticia. A la chica la veo por acá de vez en cuando. Habrá que verificar si estaba de licencia o vacaciones”, declaró sorprendido. Sin embargo, las publicaciones de Del Basso en el exterior —durante seis meses consecutivos— derriban cualquier posibilidad de una licencia ordinaria. Ante la insistencia periodística, Suárez trató de relativizar la situación al señalar que algunos empleados “cumplen funciones fuera del edificio”, aunque reconoció que “eso no implica que deban pasar medio año en otro país”. Pese a la gravedad del caso, aún no se inició una investigación formal interna, lo que alimenta la percepción de encubrimiento y falta de control institucional.
La situación genera un fuerte contraste con el discurso de transparencia y ética pública que La Libertad Avanza intenta proyectar en distintos niveles del Estado. Mientras impulsa proyectos como el cambio de nombre del Barrio Néstor Kirchner por el de Manuel Eduardo Arias en nombre de la “coherencia moral” y la “limpieza simbólica”, dentro del propio Concejo se multiplican los indicios de corrupción y acomodo.
“Al borde del colapso administrativo”
El convencional constituyente Samuel Huerga, consultado por Nuevo Diario, describió la situación del Concejo Deliberante de Orán como “una crisis estructural de corrupción y desorden”. “Este es uno de los tantos escándalos de corrupción que atraviesa La Libertad Avanza, no solo en Orán, sino también en la provincia. Hay denuncias por sueldos impagos, persecución política a empleados y maniobras para acomodar familiares en cargos públicos”, señaló. Huerga aseguró que el organismo “no paga en tiempo y forma”, que existen irregularidades con los aportes patronales y la obra social, y que el nivel de descontrol es tal que “se podría configurar una denuncia penal por mala administración pública”. “Lo de Del Basso no es un caso aislado —subrayó—, es un botón de muestra de cómo funciona el Concejo: desorganizado, opaco y sin rendición de cuentas.” Hasta el momento, ni la concejal Mirta Copes ni el presidente Carlos Suárez emitieron comunicados oficiales sobre la situación. Pero en las calles de Orán, la indignación ya crece, y los vecinos exigen una auditoría inmediata y sanciones ejemplares.