Hinchas de Tigre apedrearon su propio micro creyendo que era de San Pablo
Según el periodista Luciano García, se arrojaron dos piedras y uno de los cristales llegó a romperse por la violencia del lanzamiento.
Desde que el sorteo determinó que Tigre se cruce con San Pablo por la fase de grupos de la Copa Sudamericana 2023, empezaron a tejerse hipótesis sobre lo que podría suceder al verse las caras nuevamente después de la bochornosa final de la edición 2012, cuando el Matador no salió a disputar el segundo tiempo en el Morumbí tras ir perdiendo por 2-0 a raíz de la brutal represión que sufrió en los vestuarios.
Como era de imaginar, los barras argentinos intentan darle un recibimiento poco amistoso a sus pares brasileños y este jueves, en la previa del partido en Victoria, le lanzaron piedras a su propio micro, por error.
La revelación la hizo en su cuenta de Instagram el mediocampista del conjunto argentino Agustín Cardozo: en una historia, se ve una piedra entre sus manos en primer plano y, de fondo, una ventanilla rota. El texto que acompañó la imagen lo dijo todo: "Rescátensen (SIC) que somos nosotros". Poco después borró la publicación, pero ya era tarde: se había viralizado.
Bajo una tensa calma, todos los futbolistas descendieron del rodado y se encaminaron hacia los vestuarios, mientras sus rivales dijeron presente en el reducto unos instantes después en medio de un intenso silencio, que solo se quebró por una persona, que realizó distintas amenazas sin éxito contra los jugadores del Tricolor en la antesala al duelo.
El protocolo de prevención se planificó horas atrás para evitar incidentes en un encuentro que comenzó a jugarse mucho antes de este jueves.
El recuerdo
San Pablo rompió con siete años de sequía a nivel internacional el 12 de diciembre de 2012, día en que se alzó con la Copa Sudamericana de esa edición. La final en el Estadio Morumbi finalizó a falta de 45 minutos para su conclusión después de que los hombres argentinos hayan sido agredidos durante el entretiempo en el camino hacia los vestuarios.
En ese momento, el árbitro chileno Enrique Osses puso en tela de juicio cómo se habían golpeado y pitó el final del compromiso para condecorar con el trofeo al elenco paulista. Desde ese momento, la entidad brasileña nunca más volvió a lograr un título internacional.